La compañía canadiense ha explicado en un artículo firmado por su CEO Ted Livingston la decisión del cierre de Kik Messenger como resultado de la necesidad de la firma de administrar los recursos en una batalla legal con la Comisión de Bolsa y Valores en los Estados Unidos (SEC).
El duro artículo publicado por Livingston en el blog de la compañía ataca directamente al SEC: “Si bien estamos listos para enfrentarnos a la SEC en los tribunales, subestimamos las tácticas que emplearían. Cómo sacarían nuestras citas de contexto para manipular al público para que nos vea como malos actores. Cómo presionarían los intercambios para no incluir a Kin. Y cómo sacarían un proceso largo y costoso para drenar nuestros recursos”.
Cierre de Kik
Ante esta realidad, el directivo argumenta la toma de tres decisiones. La primera de estas decisiones es el cierre de la app de mensajería Kik, “una de las aplicaciones más grandes de los Estados Unidos”, detalla Livingston. “Si bien perder Kik tendrá un gran impacto en estas cifras, el crecimiento continuo del ecosistema Kin lo ha compensado con creces”.
La compañía no ha confirmado la fecha definitiva del cierre de la app
La compañía no ha confirmado la fecha definitiva del cierre de la aplicación, pero se espera que sea en un periodo corto de tiempo. Algunos analistas del sector apuntan a que se producirá antes de finales de año, aunque son sólo especulaciones.
La decisión responde a la petición de la SEC de cerrar Kik porque el desarrollo de Kin supone una incompatibilidad a la hora de desarrollar por la manera en la que se gestionaría la oferta de sus acciones.
Despidos
Junto al cierre de Kik, la compañía ha anunciado el cierre de gran parte de su plantilla. En concreto, la firma despedirá a más de 100 empleados, “personas que han vertido sus corazones y almas en Kik y Kin durante más de una década”, ha lamentado el directivo. De este modo, la plantilla de la compañía se reduce “a un equipo de élite de 19 personas”, lo que supone el despido de más del 85% de los empleados.
Kin, el incierto futuro de Kik
De este modo, el futuro de la compañía se centrará en “hacer que millones de personas compren Kin para usarlo”, un objetivo que tiene tres partes principales. Por un lado, avanzar la tecnología de blockchain que sustenta Kin para respaldar a 1.000 millones de consumidores que realizan una docena de transacciones al día con tiempos de confirmación inferiores a 1 segundo.
"Debemos convertirnos en el primer proyecto que crea una demanda real al hacer que las personas compren Kin para usarlo. Lograr esto abrirá una fuente de demanda nunca antes vista que estará disponible para todos en el ecosistema Kin"
En segundo lugar, acelerar la adopción, el crecimiento y el éxito de todos los desarrolladores en el ecosistema Kin. Y, en tercer lugar, construir una billetera móvil que facilite la compra de Kin para que “sea emocionante usar Kin y sea perfecto para explorar el ecosistema”.
Livingston ha explicado que Kin opera en una infraestructura abierta y descentralizada administrada por una docena de compañías independientes. “Hoy en día, la mayoría de las criptomonedas dependen de la demanda especulativa de los intercambios para alimentar sus modelos de criptomonedas. Pero Kin no está disponible en la mayoría de los intercambios, por lo que no podemos confiar en la demanda especulativa. En cambio, debemos convertirnos en el primer proyecto que crea una demanda real al hacer que las personas compren Kin para usarlo. Lograr esto abrirá una fuente de demanda nunca antes vista que estará disponible para todos en el ecosistema Kin”, ha defendido el directivo.
Actualmente, Kin cuenta con más de 2 millones de ganadores activos mensualmente y 600.000 gastadores activos mensuales. Sin embargo, el problema de esta decisión radica en que el sistema de uso de esta criptomoneda está centralizado en la app de mensajería. Asimismo, esta decisión no termina con la batalla legal con la SEC.
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