Uno de los problemas que más preocupan a ciertos sectores de la sociedad española es cómo una gran cantidad de pequeñas poblaciones están en problemas. La mayoría de los jóvenes salen de ellas para vivir en las ciudades, por lo que estas localidades no solo tienen problemas de cambio generacional, sino que están en riesgo de quedar vacías.
Uno de los mayores problemas de la “España Vaciada” es la falta de infraestructura y oportunidades de trabajo a distancia. Esto se debe en muchas ocasiones a que, históricamente, estos pueblos no tenían acceso a Internet, y en los peores casos, las compañías telefónicas ni siquiera tenían la infraestructura suficiente como para proporcionar cobertura. Es por ello por lo que uno de los grandes retos de la sociedad española es ayudar a estas localidades a subir los peldaños de la renovación tecnológica.
La renovación de Internet en España
La cifra de líneas activas de fibra alcanzó en 2018 los 8,6 millones; y el 82% de los nuevos accesos se instalaron en los municipios de más de 10.000 habitantes. Movistar fue el operador con un mayor número de contrataciones, aunque la mayoría total de instalaciones corresponde a diversos operadores alternativos a las mayores compañías, según datos de la CNMC.
A lo largo de 2018, estos operadores alternativos supusieron el 74% de las nuevas contrataciones de accesos de fibra óptica hasta el hogar. Durante ese año, sumaron un total de 1,45 millones de accesos nuevos. El mayor incremento se produjo en las localidades con una población de entre 10.000 y 50.000 habitantes.
Al aumentar las contrataciones de fibra óptica, la penetración de accesos en los diversos municipios españoles también aumentó. Las mayores penetraciones se observaron en Barcelona y Madrid, con penetraciones de 36,3 y 32,9 accesos por cada 100 habitantes en cada localidad. En los municipios con menos de 10.000 habitantes, el xDSL se mantuvo como el principal modo de acceso a la banda ancha.
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