Nvidia, un imperio de los procesadores tras hacerse con ARM por 40.000 millones de dólares

Esta operación, aprobada por las juntas directivas de las tres empresas, se financiará a través de acciones y efectivo. Por un lado, un pago de 12.000 millones de dólares en efectivo (2.000 millones en el momento de la firma) y 21.500 millones de dólares en acciones de Nvidia. Esto convertirá a SoftBank en el principal accionista de Nivdia. Hay otros 5.000 millones de dólares extra ligados a la consecución de objetivos empresariales.

“Softbank seguirá comprometido con el éxito a largo plazo de ARM a través de su participación en Nvidia, que se espera que sea menor al 10%”, explican en un comunicado conjunto.

La compra permite a Nvida consolidarse como un imperio de los procesadores, con una capitalización bursátil que supera los 300.000 millones de dólares y con unas cifras envidiables por toda la industria por sus buenos trabajos en el sector de las tarjetas y chips gráficos.

Ahora, la suma de ARM a su negocio permite reforzar su posición en la industria móvil y es que se estima que hay 180.000 millones de dispositivos que utilizan procesadores de ARM en el mundo. Además, permite a Nvidia mejorar su posición para abordar otros negocios clave como la explosión de la IA y el IoT.

ARM mantendrá sus operaciones

ARM conservará su nombre y marca y su sede en Cambridge, en Reino Unido, desde donde centrarán sus desarrollos en la Inteligencia Artificial en campos como la asistencia médica, la robótica y la conducción autónoma, entre otros. Además, Nvidia tiene planes de construir allí un superordenador con IA.

"Nuestra combinación creará una empresa fabulosamente posicionada para la era de la IA”

“En los años venideros, billones de computadoras con inteligencia artificial (IA) crearán un nuevo internet de las cosas que es miles de veces más grande que el internet de las personas actual. Nuestra combinación creará una empresa fabulosamente posicionada para la era de la IA”, defiende el fundador y CEO de Nvidia, Jensen Huang.

Por su parte, Simo Segars, CEO de ARM, destaca que su empresa y Nvidia comparten metas similares que pueden lograrse solamente “a través de una nueva aproximación al hardware y al software y un compromiso a largo plazo con la investigación y el desarrollo".

Las compañías confían en completar la operación en 18 meses, ya que falta la aprobación de los reguladores de Estados Unidos, la Unión Europea, China y Reino Unido.