Verne crea su nueva división de tecnología, Verne Tech con una inversión de 10 millones

Verne Tech es la nueva apuesta de la compañía por el desarrollo de servicios en tecnologías emergentes, con la que busca posicionarse a medio plazo como uno de los actores más relevantes del sector TIC en España (y también a nivel internacional).

La nueva división de negocio arranca con una inversión de 10 millones de euros y está enfocada en la estrategia, la ejecución y el desarrollo de proyectos de sistemas de infraestructuras, software de gestión empresarial, Business Intelligence y Machine Learning, para clientes a nivel nacional e internacional de sectores de banca, seguros, retail, industria, telco, administración pública y servicios.

Esta creación se produce tras la compra de tres compañías españolas: la firma de sistemas y ciberseguridad Base10; la compañía Azeta, especializada en soluciones de gestión empresarial; y la unidad de negocio en España de SolidQ, centrada en cloud, data e IA.

En conjunto serán más de 270 profesionales trabajando en sus nuevas unidades. “La adquisición de estas compañías ha reforzado la posición y competitividad de Verne Group en el mercado gracias a la hiperespecialización en diferentes tecnologías”, ha asegurado Gianni Cecchin, CEO de Verne Group, durante la presentación a la prensa de la compañía. “También aumenta nuestra comprensión integral de las necesidades de los clientes, gracias a la interrelación entre unidades de negocio. Nuestro objetivo es hacer posible la transformación digital y que esté al alcance tanto para gran empresa como para las pymes o micro pymes, haciendo que las tecnologías y proyectos más innovadores sean accesibles a todos los segmentos de cliente”, ha apuntado Cecchin.

50 millones de facturación en 2024

Verne Tech prevé facturar 20 millones de euros este mismo año y confía en multiplicar su cifra de facturación en los próximos ejercicios. “El objetivo de negocio de Verne Group es alcanzar 50 millones de euros de facturación en 2024, procedentes de esta división, parte de nuestra apuesta por las tecnologías como base para fomentar el proceso de digitalización que tiene que transformar el tejido empresarial”, señala el directivo de la compañía.

La compañía opera en España ahora mismo con una fracturación anual entorno a los 160 millones de euros y emplea a 1.800 personas en España.