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Cinco ejemplos de cómo dependemos de la Inteligencia Artificial en nuestro día a día
(Foto: Seat)

Cinco ejemplos de cómo dependemos de la Inteligencia Artificial en nuestro día a día

jueves 25 de marzo de 2021, 23:33h

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Hablar de Inteligencia Artificial (IA) hace algunos años era materia únicamente de las películas de ciencia ficción donde la Tierra era dominada por robots. Sin embargo, en la última década casi sin darnos cuenta, la Inteligencia Artificial se ha ido metiendo en nuestra vida cotidiana sin que seamos muchas veces consciente de ello.

Tanto es así, que incluso grandes universidades ya han incluido en su oferta académica diferentes carreras al respecto… ¿Sientes curiosidad? Un buen ejemplo es el Máster online especializado en Inteligencia Artificial.

Si aún dudas un poco sobre cómo la IA está presente en nuestra rutina diaria, a continuación, repasaremos algunos ejemplos de cómo ya dependemos de ella para muchas de nuestras tareas.

Asistentes de Voz

Alexa, Lucy, Siri o algunas otras simpáticas asistentes virtuales ya se han hecho famosas a nivel mundial. Uno de los orígenes de los ya populares hogares inteligentes, comienza por tener dispositivos electrónicos que reconozcan la voz registrada, y puedan interactuar con ella los seres humanos. De esta manera, seremos capaces de pedir que enciendan la música, que reproduzcan ciertas listas, que nos recuerden sacar la pizza del horno o coger el paraguas antes de salir de casa.

Big Data

Probablemente sea difícil que pasemos un día sin escuchar este concepto… ¿Pero sabemos realmente a qué se refiere? El Big Data convive con nosotros a diario cada vez que interactuamos con algún artefacto electrónico: desde abrir nuestra aplicación de Instagram, hasta buscar una dirección en Google Maps.

De esta manera, será la Inteligencia Artificial la responsable de procesar toda esta información y como consecuencia todas tus redes sociales quedarán “hechas a tu medida”. ¿O has pensado que los anuncios de publicidad que te aparecen son mera casualidad?

Servicio al cliente

Algo que puede generar tanto grandes adeptos como fuertes detractores. Hay quienes aprueban totalmente la eficacia con los que los chatbots o asistentes artificiales resuelven rápidamente una consulta al llamar a cualquier empresa o contactar con ellos por su página web. Otros, aún adheridos a la vieja escuela, pueden sentirse realmente frustrados cuando no logran contactarse con otro ser humano para que resuelva sus dudas e inconvenientes.

Para las empresas, tener estas respuestas automatizadas suponen un gran ahorro de tiempo y recursos humanos, ya que estos nuevos “empleados” artificiales son capaces de centralizar y dirigir las consultas a cada área rápida y de forma muy eficaz.

Películas y Música

¿Eres lo suficientemente “veterano” para recordar las horas dentro de un videoclub analizando cada caja de película para ver cuál era la más adecuada y disfrutarla el fin de semana?

Pues, ¡eso no ha podido quedar más en el pasado! Aplicaciones como Netflix o Amazon, entre tantas otras, tienen programados ciertos algoritmos que se encargarán de sugerir y mostrarnos qué películas podrían ser de nuestro interés, según lo que hayamos visto antes.

De la misma manera sucede con la música, donde varios programas van conectando nuestras preferencias y ofreciéndonos lo que al parecer es de nuestro gusto.

Seguridad

Entre muchos otros cambios que probablemente se irán percibiendo en los próximos años, la tecnología de cámaras de seguridad por toda la ciudad o en puntos estratégicos ya forman parte de nuestra vida diaria. Esto permite seguir el trayecto de cualquier persona o coche, cobro de multas, planificación del tránsito y muchas otras tareas que anteriormente eran imposibles de realizar.

La lista podría seguir… ¿Emocionado o aterrorizado? Pues, como todo, deberá también desarrollarse una ética referida a la IA que permita gozar de sus beneficios y mantener al margen sus efectos negativos.

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