Durante años de trabajo y esfuerzos voluntarios, la industria ha conseguido reducir el número de cargadores de teléfonos móviles de 30 a 3 en la última década, pero no se ha podido ofrecer una solución completa y unificada.
Bruselas propone así desvincular la venta de cargadores de la venta de dispositivos electrónicas
Ahora, la Comisión Europea presenta una nueva legislación para establecer una solución de carga común para todos los dispositivos pertinentes. Esta nueva propuesta armonizará el puerto de carga y la tecnología de carga rápida en el USB tipo C que se convertirá en el puerto estándar para todos los teléfonos inteligentes, tabletas, cámaras, auriculares, altavoces portátiles y consolas de videojuegos de mano.
Bruselas propone así desvincular la venta de cargadores de la venta de dispositivos electrónicas, mejorando la comodidad de los consumidores y reduciendo la huella medioambiental asociada a la producción y eliminación de cargadores.
“Se trata de una importante victoria para nuestros consumidores y el medio ambiente"
“Los consumidores europeos han estado frustrados durante mucho tiempo por la acumulación de cargadores incompatibles en sus cajones. Hemos dado mucho tiempo a la industria para que proponga sus propias soluciones, y ahora ha llegado el momento de tomar medidas legislativas para conseguir un cargador común”, reconoce Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva para una Europa adaptada a la era digital. “Se trata de una importante victoria para nuestros consumidores y el medio ambiente, en línea con nuestras ambiciones ecológicas y digitales", apunta Vestager.
Puerto de carga y carga rápida armonizada
El USB tipo C será el puerto común en la Unión Europea, con lo que cual los consumidores podrán cargar sus dispositivos con el mismo cargador, independientemente de la marca del dispositivo.
La tecnología de carga rápida armonizada contribuirá a evitar que los distintos fabricantes limiten la velocidad “injustificadamente” de carga y ayudará a garantizar que la velocidad de carga sea la misma al utilizar cualquier cargador compatible con un equipo.
Más información y menos vinculación con el dispositivo
La norma obligará a los fabricantes a proporcionar información relevante sobre el rendimiento de la carga
La Comisión Europea quiere facilitar así que los consumidores puedan comprar un nuevo dispositivo electrónico sin un nuevo cargador, lo cual se traduce en una limitación del número de cargadores no deseados que se compran o se dejan sin utilizar, lo que se traduce en la reducción de casi mil toneladas de residuos electrónicos al año.
La norma obligará a los fabricantes a proporcionar información relevante sobre el rendimiento de la carga, incluida la información sobre la potencia requerida por el dispositivo y si es compatible con la carga rápida, lo cual facilitará a los consumidores comprobar si sus cargadores actuales cumplen los requisitos de su nuevo dispositivo o les ayudará a seleccionar un cargador compatible.
Periodo de transición
Una vez entre en vigor la norma, la industria tendrá 24 meses para adaptarse
Ahora, la propuesta de la Comisión Europea viajará al Parlamento Europeo y al Consejo mediante el procedimiento legislativo ordinario (codecisión). Se establece además un periodo de transición de 24 meses a partir de la fecha de adopción para que la industria tenga tiempo suficiente para adaptarse antes de la entrada en vigor.
Detalla Bruselas que para tener finalmente un cargador común se requiere una interoperabilidad total en ambos lados del cable, el dispositivo y la fuente de alimentación externa.
La parte del dispositivo se conseguirá solucionar con la propuesta lanzada hoy, mientras que la interoperabilidad de la fuente de alimentación externa se abordará en la revisión del Reglamento de diseño ecológico de la Comisión y se pondrá en marcha a finales de este año para que su entrada en vigor pueda coincidir con la propuesta de hoy.
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