El cese de actividades de Kaspersky en Estados Unidos se hará efectivo el próximo sábado 20 de julio. Según ha explicado la compañía, las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense han hecho inviables las operaciones comerciales en ese territorio.
Fruto de ello, algo menos de 50 empleados que trabajaban en la división estadounidense de Kaspersky serán despedidos. La salida de la compañía se realizará de manera gradual, aunque no se ha especificado el tiempo que tomará completar el proceso.
El veto
El Departamento de Comercio de Estados Unidos incluyó a AO Kaspersky Lab, OOO Kaspersky Group y Kaspersky Labs Limited en su lista negra el mes pasado, prohibiendo cualquier tipo de negocio entre estas entidades y empresas estadounidenses. Además, la Oficina de Control de Bienes Extranjeros sancionó a 12 ejecutivos de alto rango de Kaspersky, acusándolos de operar en el sector tecnológico de Rusia, aunque Eugene Kaspersky, fundador de la empresa, no está entre los sancionados.
La prohibición también afecta directamente a Kaspersky Lab Inc., la división estadounidense de la compañía, impidiendo la venta y actualización de sus productos en Estados Unidos. Esta medida entrará en vigor el próximo 29 de septiembre, lo que obligará a los usuarios actuales y potenciales a buscar alternativas para su software de ciberseguridad.
La relación entre Kaspersky y el gobierno de Estados Unidos ha estado marcada por la desconfianza y las acusaciones desde 2015. Las autoridades estadounidenses han señalado en repetidas ocasiones a Kaspersky por sus supuestos vínculos con la inteligencia rusa, específicamente con el Servicio Federal de Seguridad (FSB). Se ha alegado que el software de Kaspersky facilitaba el espionaje y el robo de datos de ciudadanos y empresas estadounidenses, acusaciones que la empresa ha negado consistentemente.
A pesar de que investigaciones independientes no han encontrado pruebas concluyentes que respalden las acusaciones de Estados Unidos, la invasión rusa a Ucrania en 2022 intensificó las sospechas y llevó a varios países occidentales a tomar medidas restrictivas contra empresas tecnológicas rusas.