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Nuestros telco por el mundo. Francisco Ros Perán, consejero de administración de Qualcomm Incorporated

Nuestros telco por el mundo. Francisco Ros Perán, consejero de administración de Qualcomm Incorporated

Por Pilar Bernat
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pbernattelycom4com /7/7/16
miércoles 22 de octubre de 2014, 13:04h

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Hace diez años, la mayor empresa de semiconductores para dispositivos móviles del mundo, la californiana Qualcomm, abrió oficina en España. Entonces, Francisco Ros Perán, un notable y carismático ingeniero de Telecomunicaciones, que había desarrollado parte de su actividad profesional en destacados cargos directivos de Telefónica, se puso al frente de la misma. Sin embargo, tras un trienio de trabajo abriendo puertas y allanando caminos, la responsabilidad como Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (SETSI) llevó a Ros a la actividad política con el fin de liderar el primer avance real de España hacia la digitalización. El 6 de diciembre de 2010, con un nuevo cambio de rumbo, Paul Jacobs, presidente de la ya gigante multinacional de las telecomunicaciones, volvió a llamar a Ros a las hustes de Qualcomm; pero en esta ocasión, para sentarlo junto a él y a otros ilustres de la industria americana, en el Consejo de Administración.

IST por la Politecnica de Madrid, IESE, hijo de un ilustre profesor lorquino y esposo de una doctora en Literatura por la Universidad de Hardvard, Ros se define a sí mismo con modestia como un estudiante normal “que no sacó matrículas en todo”. Sin embargo, dicen los rankings que en Masachusets hay un Instituto Tecnológico, el MIT, que presume de ser la mejor universidad de ingeniería del mundo y, por ende, de los Estado Unidos. También cuentan los anales que es la más selectiva y que entre sus profesores ha habido 80 premios Nóbeles, por no mencionar otros galardones de igual o mayor importancia en ciencias o matemáticas. Y si bien no es fácil conocer españoles que hayan estudiado en el MIT, 'haberlos haylos' y uno de ellos es este murciano a quien alguna matricula de más o de menos lo llevó hasta el otro lado del Océano y lo colocó en posición de gran directivo, político o artífice de proyectos de educación avanzada y excelente en nuestro país.

“No soy un caso especial -asegura-. Afortunadamente, hay ya muchos españoles que han estudiado en el MIT. De hecho, hace unos días han nombrado Doctor Honoris Causa por la Politécnica de Madrid a Manuel Martínez -que fue la persona que me recibió en su día- por su labor, allí, en el departamento de aeronaútica”.

“Cuando acabé Telecomunicaciones en la Universidad Politécnica de Madrid -nos cuenta- tenía claro que quería irme al extranjero. Me llamaba especialmente la atención EE.UU. porque era un país con una cultura de gran influencia en el mundo y me parecía importante conocerla. Entonces surgió un proyecto empresarial, el Instituto Tecnológico para Post Graduados, que estableció un acuerdo con Masachusets y yo fui uno de los ocho primeros elegidos, en distintas áreas de conocimiento. Fuí y me doctoré en Ingeniería Eléctrica y Ciencias Informáticas. La idea original de aquel proyecto era crear en España un centro tecnológico de postgrado similar al americano; pero coincidió con la transición y las prioridades económicas y políticas de aquel momento iban en otra dirección. El apoyo empresarial era grande; el esfuerzo importante e incluso llegamos a formar el mayor núcleo de doctores del MIT fuera de Estados Unidos, pero se necesitaba apoyo público y el proyecto se agotó”.

Entre aquellos alumnos de post grado, la oportunidad de vivir y codearse con los 'más grandes del mundo', de aprender y enseñar, de escuchar y ser escuchados, de ser avanzdilla y élite social, dejó huella...

“En el MIT lo primero que me sorprendió fueron los profesores. Aquellos hombres eran los autores de los libros con los que habíamos estudiado la carrera y resulta que no sólo eran de carne y hueso sino que te escuchaban, compartían tus reflexiones y meditaban tus comentarios antes de darte una respuesta. La proximidad con ellos era grande. Además, todas las universidades americanas relevantes están conectadas entre sí; lo estaban ya antes de que existiera Internet. Los catedráticos se conocían, compartían, se invitaban e iban de unas universidades a otras..., lo cual, en aquel momento, te permitía sentir que te mantenías en la vanguardia de lo que estaba ocurriendo en tu campo. Eso marca porque te involucras; toda tu vida gira en ese momento en torno a ello”.

Un político español preocupado por Europa

Después de un largo devenir profesional, el ex Ministro de Industria, José Montilla, le ofreció la Secretaría de Estado, cargo que mantuvieron Joan Clos y Miguel Sebastián -2004/2010-. Ros fue un político que defendió y advirtió de hechos que hoy ocupan las portadas de los medios de comunicación como el concepto de Europa y el peligro de que perdiera su relevancia e incluso su existencia en términos tecnológicos ante los Estados Unidos o Asia. Un buscador propio, la seguridad, empresas competentes, regulación...

“Los seis años que estuve en la SETSI constituyeron una de las etapas más interesantes de mi vida profesional. Tuve la suerte de contar con un gran equipo, con la confianza de las personas que me nombraron y de poder hacer cosas que jamás pensé que podría hacer. Cosas en pro de la sociedad en que uno vive y resulta muy satisfactorio que, al menos una vez en la vida, puedas intentar aportar y compensar lo que esa sociedad te ha dado a tí en cuanto a posibilidades de formación y desarrollo profesional y personal”.

“Es cierto que una de las preocupaciones en esa etapa fue el desarrollo del sector en España y en Europa -recuerda Ros-. Yo veía claro que las TIC tenían tal dinámica de expansión global, que muchas de las actuaciones, regulaciones y decisiones ya no se podían tomar a escala nacional o regional sino que había que tomarlas a escala multinacional y en este caso de Unión Europea. Nos movimos bastante y procuramos hacernos oír y, debo decir, que fue una experiencia interesante porque nos dimos cuenta de que si te movías, trabajabas, aportabas...te escuchaban y podías formar parte de cónclaves y foros determiantes para el presente y el futuro del sector”.

“Sí es verdad que veía que se corría el riesgo de destrucción de industrias genuinamente europeas -continúa- . Tal y como estaba evolucionando el mundo, por un lado aparecían competidores y por otro industrias alternativas y en Europa no se les estaba prestando la atención necesaria para actuar pro activamente o porcurar que desde esas industrias o desde modificaciones de las mismas, el Viejo Continente no fuera tal y pudiera seguir teniendo presencia relevante y una voz significativa en un sector tan estratégico”.

“El entorno norteamericano, por ejemplo, favorece que surjan empresas desde las mismas universidades de prestigio. En Europa no solamente nos falta el tejido adecuado sino que el poder de atracción de los EE.UU es de tal calibre que los grandes emprendedores europeos acaban yéndose allí para desarrollar sus ideas o perfeccionar sus conocimientos. Es importante tener en cuenta que un país asocia su desarrollo a su educación, formación, y capacidad de emprendimiento de sus gentes. Yo creo que ahora no hay duda de que el futuro está relacionado con el nivel de conocimiento y capacidad de innovación y emprendimiento de sus ciudadanos. Por tanto todo lo que sea educación o I+D+i debe ser mirado como inversión y no como gasto y darle la prioridad necesaria a pesar de las restricciones a las que somete la crisis”.

En pro de la enseñanza virtual

Quien así reflexiona, hoy, ya lejos de la política, continúa preocupado y trabajando en el campo de la educación y el emprendimiento. Está claro que aquella experiencia de juventud de vivir un modelo de enseñanza colaborativa, sobresaliente, cosmopolita y excelsa lo marcó a sangre y fuego y  hoy lo persigue para España desde el patrono del Centro Superior para la Enseñanza Virtual (CSEV).

“Colaboro activamente con el CSEV; una iniciativa que nació en 2011 y en cuyo patronato están la UNED, Telefónica, el Banco de Santander, Hispasat y los ministerios de Educación, Asuntos Exteriores, Industria y Economía (innovación). Su objetivo es la promoción de la enseñanza virtual; entendiendo como tal el máximo desarrollo de las tecnologías de la información a favor de la enseñanza. No se trata de digitalizar clases convencionales y ponerlas a disposición de los usuarios en Internet, eso ya lo hacen algunas universidades, sino de procurar desarrollos específicos de contenidos y plataformas para que las TIC se pongan a disposición de los estudiantes y de los profesores con el fin de que para los estudiantes sea más fácil y más interactivo y de que los profesores puedan elaborar los contenidos de manera más ágil.

Gracias a todas las instituciones que forman el patronato, el CSEV se está convirtiendo en un centro de referencia mundial en lengua castellana. Un aspecto importante es que se fomenta el concepto de red social entre los estudiantes y de éstos con los profesores; lo que supone una novedad con respecto al modelo anterior en que sólo se digitalizaban las clases convencionales.

Ahora también se están realizando desarrollos de enseñanza en movilidad, que no consiste en hacer más pequeños los contenidos del PC sino plantearse, de entrada, que el terminal de estudio es un móvil y adaptarlo a esta situación conscientes de que es el medio de acceso e interactuación con la información. El centro está funcionando muy bien, tenemos un acuerdo precisamente con el MIT y a través de la 'edX' estamos conectados con Berkley, Hardvard, Stanford. Estamos convirtiéndonos en un grupo de referencia mundial, hay una gran respuesta por parte de los alumnos”.

En el 'Board' de Qualcomm

Después de un largo devenir profesional, hace tres años el ya ex máximo responsable de la SETSI atendió la llamada de un viejo conocido y se sometió al riguroso escrutinio de consejeros y accionistas para ocupar uno de los trece sillones del Consejo de Administración de una de las empresas tecnológicas más impotantes del mundo.

“Pues hay que volver, de nuevo, al MIT para explicarlo -recuerda Ros-. Estaba aún en España cuando tuve la fortuna de leer un libro, 'Principios de la comunicacion', que revoluciono los fundamentos de las telecomunicaciones y que estaba escrito por dos profesores del Instituto de Masachusets: Wozencraft y Jacobs. Cuando llegué allí, Jacobs se había ido a California pero Wozencraft fue el director de mi tesis. Al cabo de unos años, ya de regreso a España y trabajando en Telefonica, resultó que en San Diego se había creado una empresa que realizaba actividades muy interesantes en control y gestión de flotas vía satélite; la tecnología era  'Omnitrack', la empresa se llamaba 'Qualcomm' y el presidente resultó ser Jacobs. Entonces tuve mi primer contacto y realicé la primera visita a sus instalaciones. Desde entonces, por el vínculo con el MIT, con Wozencraft y los intereses comunes que hemos tenido en el desarrollo de las tecnologías de la información y sus desarrollos futuros, fuimos teniendo encuentros hasta que en el año 2003 me propusieron que colaborara con la implantación de Qualcomm en Europa y que diera los primeros pasos para constituir una sede en España. En 2010, cuando me llegó el relevo político, una de las primeras llamadas que recibí fue de Jacobs. Entonces se inició un proceso de selección denso y riguroso para el Consejo de Administración de Qualcomm  y en diciembre de ese mismo año me incorpore”.

Hoy por hoy, Qualcomm traza parte de los reglones que van a determinar el devenir de la movilidad y, aunque suene fuerte, en consecuencia también de la humanidad. Es un continuo generador de patentes, trabaja con todos los fabricantes de dispositivos móviles, de infraestructura de red, potencia y apoya el I+D y el uso de la tecnología para fomentar el desarrollo incluso allá donde nadie llega”.

La mayor obra de la humanidad

“Qualcomm ayuda a suministrar las tecnologías de base que van a permitir a otros generar aplicaciones y usos que pueden tener una incidencia muy positiva en las comunicaciones -nos cuenta-, la salud, la enseñanza, la gestión de la información empresarial, el transporte, las ciudades inteligentes. En definitiva, de más actividades sociales y económicas. Lo que procura la compañía es mantener la tecnología en el punto máximo de vanguardia para que otros la implementen y desarrollen aplicaciones sobre su base. Cuando se está en un sector tan dinámico es difícil pararse y vislumbrar como va a ser el futuro porque el futuro construye de manera continua. Ahora bien, hay campos en desarrollo como el Internet de las cosas, de todas las cosas, que cobrarán gran protagonismo: la miniaturización y el grado de sofisticación de los dispositivos electrónicos están permitiendo colocar sensores en cantidad de elementos físicos que jamás se pensó pudieran estar monitorizados, entre otros el urbanismo o propio cuerpo humano”.

“Pero si nos concretamos en las comunicaciones personales -prosigue-, a veces pasamos por encima, sin darle la importancia que requiere, sobre el hecho de que el teléfono es ahora un ordenador potentísimo, más que los que llevaron los hombres a la luna, con unas capacidades multimedias muy relevantes y es personal. La red de comunicaciones mundial es la mayor obra de ingeniería que jamás ha hecho el ser humano. Disponer de miles de millones de conexiones que se pueden activar de manera instantánea en cualquier parte del mundo es una obra de ingeniería de primerísima magnitud y esa obra se puede llenar de dispositivos y contenidos que faciliten la vida de las personas y de las empresas”.

En el itSMF

El pasado 6 de noviembre, Francisco Ros aceptó la presidencia honorífica del itSMF (Information Technology Service Management Forum), una comunidad global de conocimiento fundada para compartir prácticas sobre el gobierno y la gestión del servicio de las Tecnologías de la Información. La itSMF aboga por facilitar que las tecnologías de la información cumplan su misión de hacer que las empresas vendan más, innoven, exporten, diversifiquen, sean más eficientes y sus empleados estén más satisfechos; algo que hoy parece utopía.

“Tengo el honor de que me hayan ofrecido la presidencia honoraria de la asociación itSMF -explica Francisco Ros-. Me ha parecido muy interesante porque se trata de un grupo de profesionales que desarrollan esta actividad de forma altruista con el fin de defender el buen hacer en el ámbito de su especialidad. Valoro también que es una institución civil constituida por expertos que le dedican al itSMF su tiempo libre. Eso en España no es frecuente y es, precisamente, una de las lagunas que tenemos en comparación con otros países y, especialmente, con el mundo anglosajón: carecemos de instituciones civiles suficientes, activas, con presencia y que involucren a los ciudadanos para que, a través de ellas, puedan desarrollar sus líneas de interés y proyectarlas social y profesionalmente”.

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