Compartía más de 5000 archivos musicales a través de redes P2P, pero al hacerlo sin ánimo de lucro un juzgado de lo mercantil desestimó la demanda realizada por la Asociación de Productores de Música de España (Promusicae). Entonces la sentencia fue recurrida hasta llegar a la Audiencia Provincial de Barcelona, en donde ante la imposibilidad de conocer quién se escuda bajo el seudónimo de Nito75, el operador Cable R fue instado a cortar de forma inmediata su conexión de Internet.
Así, en resumen, sucedió el primer caso en el que de alguna forma tanto el operador que prestaba el servicio como el usuario se han visto afectados por el intercambio de archivos protegidos por derechos de autor a través de redes P2P.
Sin embargo la Audiencia de Barcelona advierte que el operador Cable R no ha cometido delito alguno, aunque la sentencia le obliga a suspender el servicio de quien compartía las obras.
A pesar de que esta sentencia crea jurisprudencia, un asunto importante es que Nito75 no ha podido defenderse de la demanda, ante la imposibilidad de las autoridades de conocer su identidad, aunque también es cierto que se ha librado de más de una demanda por parte de las discoráficas.
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