Xie, uno de los gerentes de la fábrica ha declarado que les llevará ‘algún tiempo’ volver a la normalidad en niveles de producción. Ya el 10 de julio, The New York Times consiguió entrevistar a tres niñas chinas de 14 y 15 años, que declararon formar parte del elenco de trabajadores. Al parecer, era común el uso de menores de 16 años, algo que va en contra de las leyes chinas.
Desde Samsung, han querido ser claros: “Tras la investigación, hemos decidido suspender temporalmente todo negocio que tuviéramos con esta fábrica, tras ser acusada de usar mano de obra infantil. La decisión ha sido tomada debido a la sólida política de nuestra compañía sobre la tolerancia cero al trabajo infantil”.
Alrededor de 100 proveedores, de los 200 que tiene Samsung en China, han sido acusados de algún tipo de irregularidades, incluyendo la falta de equipamiento de seguridad para sus empleados, o las horas extras no pagadas. Sin embargo, la inspección que se llevó en estos sitios durante junio no encontró pruebas del trabajo infantil en sí.