Teléfonos que nos entienden y nos intuyen

La respuesta es sólo una: aporta una experiencia de usuario hasta ahora inigualada. Un interfaz atractivo, fácil, donde se aplican muchas cosas que ya estaban descubiertas, pero que nadie había sabido implementar, ni anunciar, ni comercializar de la forma en que lo han hecho los californianos.

Los Nokia nos entenderán con un gesto
En definitiva, lo que ha hecho Apple no es revolucionar la tecnología, sino la interacción entre el hombre y la máquina. El iPhone ha supuesto un punto y aparte en una industria con décadas de experiencias e innovaciones; ha conseguido convulsionar el sector.
Y tal vez por esta pequeña ‘revolución’ americana, una de las cosas que ahora todo el mundo busca son las pantallas ‘touchable’. Es decir, pantallas táctiles dactilares que con un solo toque nos lleven hasta algún punto útil o fundamental del software y si lo hacen de forma atractiva, mejor.
Este tipo de display puede ser de un toque o de varios, es decir, responde al movimiento de un dedo, dos o tres (multitouchable) con el fin de mover imágenes, girarlas, agrandar o reducir una foto o hacer zoom sobre un punto de una página web. Entre los interfaces táctiles dactilares que se comercializan actualmente hay algunos dispositivos que han alcanzado gran popularidad como el HTC Dual Touch, el LG Prada o el Samsung Armani.
Pero las innovaciones no quedan ahí; Nokia dispone ya de una patente por la cual interactuaremos con el terminal sin tocarlo; es decir, moveremos las manos delante de la pantalla (a modo lenguaje para sordos) y ésta nos entenderá mediante el uso de unos transductores ultrasónicos.

 

En busca del cliente co-diseñador
Según explicaba Ana Bravo, responsable del Grupo de Experiencia de Usuarios de Telefónica, durante la celebración de Movilforum, para diseñar las interfaces de usuario se tienen en cuenta múltiples factores. Así:

• Deben ser reflejo de las situaciones cotidianas.
• Caracterizarse por ser sencillas e intuitivas.
• Y tener entre sí, aproximadamente, la misma experiencia de uso y consistencia.

Pero, ¿se escucha realmente a los interesados? La respuesta es sí. En el nuevo complejo de Telefónica, en Las Tablas (Madrid), se ha diseñado un laboratorio cuyas instalaciones se podrían calificar de únicas en nuestro país.
Allí, con la ayuda de empresas externas especializadas como Cóctel o NX se realizan estudios con pequeños grupos (focus group) formados por ciudadanos comunes y elegidos según detallados estudios sociológicos. En una sala donde nadie parece observar y donde los participantes se sientan cómodamente rodeados únicamente de los elementos que se van a utilizar en cada sesión, se realizan diferentes pruebas para comprobar los grados de satisfacción y reacciones del público ante determinados elementos integrantes de un menú, de una pantalla de reposo, de una web, etc. En sala contigua, la de control, con modernos sistemas informáticos y software especialmente diseñado se registra y analiza todo lo que ocurre en estas reuniones.
¿Cuál es el fin de todo esto? Que el cliente actúe de co-diseñador para asegurarse, o al menos intentarlo, un aumento del consumo por usuario (ARPU).
¿Qué se busca como medio para conseguirlo? Mayor facilidad de uso, eficacia, eficiencia y satisfacción del cliente final.
¿Quién toma las decisiones? Un equipo de 18 personas integrado por ingenieros de telecomunicaciones, sociólogos, psicólogos, abogados, especialistas en marketing, etc.
Según Ana Bravo, un 80% de los elementos que se prueban en esa sala, bien por decisión de Telefónica, bien a petición de un fabricante o de un desarrollador de servicios, se aplica posteriormente en los productos.

Los interfaces tendrán en cuenta nuestro estado de ánimo
En términos generales, hablando no de servicios concretos sino de aquellas cosas que los usuarios afirman les gustaría tuviera su móvil, encontramos:
• Consultar un mapa o calcular una ruta.
• Compartir lo que ven y lo que están haciendo.
• Ver la televisión.
• Navegar por la Red como si lo hicieran desde un PC (full browser).
• Leer libros (se están desarrollando pantallas especiales a tal efecto).
• Jugar.
• Consultar la información práctica en la pantalla de espera.

Y con estos y otros propósitos más revolucionarios, actualmente se desarrollan interfaces que cambiarán según lugar y hora; que tendrán en cuenta los sentimientos, la temperatura corporal, la sudoración etc. para variar su apariencia (look and feel). Determinadas aplicaciones como el calendario serán mucho más atractivas; ya que el propio sistema nos dará las alarmas con pop-ups o mensajes con foto.
Y evolucionará y se popularizará algo que ya se ha incorporado en los últimos lanzamientos: el uso de widgets (accesos directos) o el morphing, aparición sólo de teclas determinadas según la función que esté activa en cada momento en el terminal (Motorola E8 o Samsung Ultra entre otros).
Otro concepto de morphing, más futurista, se ha podido ver recientemente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en una solución de Nokia, empresa que apuesta por la aplicación a la telefonía móvil de la nanotecnología, de forma que los terminales no sólo mostrarán teclas dedicadas sino que cambiarán de forma según las circunstancias que se requieran.

La desaparición del teclado
De todos es sabido que, desde el siglo pasado, la forma de interactuar el hombre con la máquina ha sido el teclado. Cualquier comando, cualquier orden, cualquier programación se realiza utilizando ese conjunto, real o virtual, que nos muestra el abecedario, los números y los signos comúnmente utilizados. Y aunque han surgido otras innovaciones, como el ratón, no hemos conseguido remplazar la popular botonera QWERTY. Sin embargo, según Javier Toribio, miembro, igualmente, del grupo de Experiencia de Usuario de Telefónica, “es posible que lleguemos a prescindir de él”. Así, se reconocen tres pilares o bases fundamentales para conseguir este objetivo:
• La pantalla multitáctil.
• El reconocimiento de los movimientos naturales.
• El reconocimiento de voz.
Con estas tres innovaciones o la combinación de las mismas, Toribio considera que llegaremos a sustituir tanto el teclado como el ratón; ya que lo que busca la tecnología es entender el móvil como una extensión del brazo (concepto Wii) y hay empresas como la recientemente premiada, Gesturtek, que se dedica a ello. Ejemplos de este tipo lo tenemos, por ejemplo, en el terminal que ha comercializado el operador japonés NTT DoCoMo con el cual se juega a los bolos.
Todos estos desarrollos de futuro prometen, pero chocan con la capacidad de proceso de los móviles y con la batería. Con este fin han surgido en el mercado los acelerómetros, unos módulos, sensores, que captan los movimientos naturales del cuerpo humano y los interpretan en términos de aceleración, velocidad y posición.
Pero lo último, la mayor expectativa en interfaz abierta y de fácil uso se espera llegue de la mano de Android, un sistema operativo desarrollado por Google para el llamado G-phone, del que ya vimos un avance en Barcelona y del que traeremos más noticias de Las Vegas.

Sensores de movimiento más inteligentes y pequeños
STMicroelectronics, uno de los mayores fabricantes de dispositivos MEMS (Microsistema Electro-Mecánico), ha introducido una nueva generación de ‘nano’ acelerómetros lineales de tres ejes. Estos ‘nano’ sensores son ideales para un amplio rango de aplicaciones ‘low-g’ en los mercados de consumo e industrial, incluyendo interfaces de usuario de movimiento en dispositivos móviles y juegos, detección de ‘caída libre’ en protección de datos de disco duro y monitorización y compensación de vibración en electrodomésticos.
Entre sus características destaca el reconocimiento de ‘click’ y ‘doble click’ lo cual  permite a los fabricantes asociar movimientos con comandos de usuario, como encender o apagar un dispositivo portátil, abrir un documento, mostrar un menú de aplicación o ‘silenciar’ un teléfono móvil sin sacarlo del bolsillo.