Llega un nuevo capítulo dentro del panorama Pegasus que lleva semanas rondando el entorno del Gobierno español. Según ha confirmado el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, tanto Pedro Sánchez como Margarita Robles habrían sido espiados a través de sus teléfonos institucionales por el programa Pegasus. Las intrusiones se produjeron en mayo y junio de 2021 y las cantidades de datos extraídas alcanzan los 2,6 gigas y 130 megabites en las dos entradas al móvil del Presidente, y los 9 megas en el caso de la Ministra de Defensa.
Durante su comparecencia, acompañado de la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, Bolaños ha calificado las actuaciones de externas a organismos del Estado, descartando de esta manera cualquier implicación de organismos como el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). “Cuando decimos intrusiones externas, queremos decir que son ajenas a los organismos estatales y no cuentan con autorización judicial. Por eso las calificamos de ilícitas y externas”, explica Bolaños.
El Gobierno ya ha obtenido un informe del Centro Criptológico Nacional (CCN), del que han extraído que desde de junio del año pasado no ha tenido lugar ningún ataque de este tipo a los teléfonos del Presidente y la Ministra. “No hay pruebas de que se haya producido una nueva intrusión”, afirma Bolaños.
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Ya esta mañana se ha presentado una denuncia por parte de la Abogacía del Estado ante el juez de guardia de la Audiencia Nacional para que se investigue más a fondo el caso. Además, esto va a suponer un cambio drástico dentro de las sospechas del caso Pegasus, al estar el foco siempre puesto en Margarita Robles, ministra de Defensa y máxima responsable del CNI, de quien se ha llegado a pedir desde varios sectores del Parlamento que asumiese responsabilidades e incluso presentara su dimisión.
El software Pegasus está desarrollado por una compañía israelí llamada NSO Group y desde esta firma defienden que no participan en el uso de sus herramientas para monitorizar a políticos, disidentes, activistas o periodistas ya que eso sería “un mal uso grave de la tecnología y va en contra del uso deseado de herramientas tan críticas”, explica un portavoz. Asimismo, señalan que no pueden saber cuáles son los objetivos de sus clientes, pero reafirman su intención de cooperación con la investigación iniciada por las autoridades españolas.
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