En los últimos años, el debate sobre la presencia y el papel de la tecnología en la educación ha ocupado un lugar destacado en la agenda pública. Sin embargo, recientes estudios indican que el entusiasmo inicial por la digitalización en las aulas está cediendo terreno a una creciente preocupación.
Un reciente estudio de Ipsos desvela que el porcentaje de españoles que considera que la tecnología tiene un impacto positivo en la educación ha disminuido drásticamente en solo un año, pasando del 43% en 2023 al 28% en 2024.
Este cambio en la percepción refleja una creciente inquietud sobre cómo la tecnología está afectando la calidad educativa y el desarrollo de los estudiantes. Mientras que en un pasado reciente la integración de herramientas digitales en la educación se planteaba como un paso necesario hacia el futuro, ahora surgen dudas sobre si esta transformación está beneficiando realmente a los alumnos o si, por el contrario, está introduciendo nuevos desafíos que no están siendo suficientemente abordados.
Solo un 38% de la población cree que la calidad del sistema es buena
En este sentido, solo un 38% de la población cree que la calidad del sistema es buena, lo que indica que persisten retos significativos. Entre los problemas más acuciantes se encuentran un plan de estudios percibido como obsoleto, la saturación en las aulas y una insuficiente financiación pública.
Estos desafíos estructurales afectan la percepción general sobre la eficacia del sistema educativo. Un 61% de los españoles cree que los planes de estudio no fomentan lo suficiente el pensamiento crítico, mientras que un 59% opina que no desarrollan las habilidades creativas necesarias para el mundo actual. Además, un 54% considera que el sistema no promueve adecuadamente habilidades generales como la comunicación y la organización.
Tecnología en el aula
El estudio de Ipsos muestra que, en general, la percepción sobre la tecnología en la educación ha cambiado notablemente en España. La reducción del apoyo a la tecnología se manifiesta no solo en la opinión sobre su impacto general, sino también en la creciente demanda de restricciones en su uso dentro de las aulas. Un 63% de los españoles apoya la prohibición del uso de teléfonos móviles en las escuelas, un tema que ha sido objeto de debate durante años. Este apoyo es particularmente fuerte entre las generaciones mayores, como los Baby Boomers, de los cuales un 70% respalda esta medida.
En 2024, un 39% apoya la prohibición del uso de IA en las escuelas
En cuanto a la inteligencia artificial, la opinión pública también ha cambiado drásticamente. Mientras que en 2023, un 40% de los encuestados se oponía a la prohibición del uso de IA en las escuelas, en 2024, un 39% apoya su prohibición.
Además, la preocupación por el acceso a las redes sociales entre los menores de edad ha llevado a que un 73% de los españoles apoye la prohibición del acceso a estas plataformas para los menores de 14 años. Este consenso abarca a todas las generaciones, aunque es más fuerte entre los Boomers, seguidos por la Generación X y los Millennials.