En su denuncia, Arm acusa a Qualcomm de incumplir sus licencias y reclama que cumpla con las obligaciones impuestas por los acuerdos alcanzados, entre los que destaca “la obligación contractual de destruir ciertos diseños de Nuvia”, además del pago de una indemnización por la infracción.
La firma británica, actualmente propiedad de SoftBank, asegura en su demanda que con esta acción busca protegerse a sí mismo, sus socios y al “ecosistema sin parangón que hemos construido juntos”.
El caso se remonta al año 2019 con el nacimiento de Nuvia, fruto de la idea del antiguo arquitecto jefe de semiconductores del iPhone en Apple de diseñador microprocesadores para servidores, para lo cual se apoyaba en una licencia de arquitectura especial de Arm que le permitía crear sus propios núcleos de CPU de gama alta compatibles con Arm.
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En 2021, Qualcomm compra Nuvia por 1.400 millones de dólares, en un movimiento que desde la industria se señaló que podría tener el interés oculto de hacerse con diseños y experiencias que le permitan crear núcleos de la CPU de Arm para competir mejor con sus rivales y se acusó en su momento al gigante estadounidense de buscar utilizar los planos de Nuvia en chips para servidores o adaptarlos a los dispositivos móviles.
En este sentido, Arm otorgó licencias a Nuvia, pero éstas no podían transferirse ni utilizarlas su nueva matriz (Qualcomm) sin el permiso de la británica, un permiso que precisamente Arm asegura que nunca concedió. Este desencuentro entre ambas partes provocó que Arm rescindiera las licencias con Nuvia a principios de este 2022, exigiendo que Qualcomm destruya y deje de usar los diseños de Nuvia derivados de esos acuerdos.
"Qualcomm ha incumplido los términos del acuerdo de licencia de Arm al continuar el desarrollo bajo las licencias rescindidas”
“Antes y después de esa fecha, Arm hizo múltiples esfuerzos de buena fe para buscar una solución. Por el contrario, Qualcomm ha incumplido los términos del acuerdo de licencia de Arm al continuar el desarrollo bajo las licencias rescindidas”, señalan desde Arm.
El matiz importante de este nuevo problema judicial para Qualcomm reside en que el gigante estadounidense sí tiene acuerdos de licencia de arquitectura Armv9 con Arm que puede emplear para diseñar núcleos personalizados, así como licencias para los núcleos estándar que emplea en su familia Snapdragon.
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Qualcomm se defiende
“La demanda de Arm ignora el hecho de que Qualcomm tiene derechos de licencia amplios y bien establecidos que cubren sus CPUs"
"La demanda de Arm marca una desafortunada desviación de su larga y exitosa relación con Qualcomm”, asegura Ann Chaplin, asesora y secretaria general de Qualcomm. “Arm no tiene ningún derecho, ni contractual ni de otro tipo, a intentar interferir en las innovaciones de Qualcomm o Nuvia”, advierte Chaplin.
Asimismo, la responsable legal de Qualcomm defiende que “la demanda de Arm ignora el hecho de que Qualcomm tiene derechos de licencia amplios y bien establecidos que cubren sus CPUs diseñadas a medida, y confiamos en que esos derechos se confirmarán”.
Foto: Depositphotos
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