Esta acción se inscribe en el marco de la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la Unión Europea, diseñada para regular las plataformas en línea y garantizar una operación segura y transparente.
Evaluación de riesgos sistémicos
El conflicto se originó cuando, en marzo, la Comisión solicitó a Microsoft y a otros gigantes tecnológicos información sobre los riesgos sistémicos que sus herramientas de inteligencia artificial generativa podrían presentar. Sin embargo, según informó la Comisión, Microsoft no entregó algunos de los documentos requeridos, lo que ha llevado a un ultimátum: la empresa tiene hasta el 27 de mayo para entregar la información solicitada o enfrentar las consecuencias.
Una de las preocupaciones específicas de la Comisión es el potencial de Bing para influir negativamente en el discurso cívico y los procesos electorales a través de sus funciones de IA, como “Copilot en Bing” y “Creador de Imágenes por Diseñador”. Estas herramientas podrían contribuir a la difusión viral de deepfakes y a la manipulación automatizada de los servicios que pueden inducir a error a los votantes.
Bajo el DSA, Microsoft debe realizar una evaluación de riesgos adecuada y adoptar medidas de mitigación de riesgos correspondientes. El incumplimiento de estas obligaciones podría resultar en multas de hasta el 1% de su ingreso anual global o, en casos de información incorrecta, incompleta o engañosa, hasta el 6% de sus ingresos globales.
La Comisión ha hecho hincapié en que esta solicitud de información es un acto investigativo que no prejuzga los pasos adicionales que podría decidir tomar, basándose en la evaluación de las respuestas. Esto podría implicar la apertura de procedimientos formales conforme al artículo 66 del DSA.
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