BT Group ha anunciado el lanzamiento de BT International, una unidad independiente orientada exclusivamente a clientes multinacionales, con el que inicia una reorganización operativa para consolidar su presencia en el ecosistema global de conectividad.
BT International estará dirigida por Bas Burger —anteriormente responsable de BT Business— y nace como respuesta a un entorno tecnológico en rápida transformación. “Nuestros clientes afrontan una disrupción sin precedentes, impulsada por la geopolítica, la regulación y el avance acelerado de la inteligencia artificial”, ha afirmado el propio Burger. En este sentido, la nueva unidad pretende servir como punto de apoyo para grandes empresas que necesitan adaptarse rápidamente a un panorama digital cambiante y complejo.
La creación de esta unidad llega tras la venta de activos en mercados como Italia e Irlanda, y se alinea con la estrategia del grupo de focalizarse en el mercado nacional británico mientras dota de autonomía a sus operaciones internacionales. Actualmente, BT International emplea a más de 8.000 personas y funcionará con sus propios equipos, productos y plataformas tecnológicas.
Plataformas telco diseñadas para la era de la IA
El enfoque tecnológico de BT International gira en torno a dos plataformas clave. Por un lado, Global Voice, una infraestructura basada en SIP (Protocolo de Inicio de Sesión), ya maneja más de 320 millones de minutos mensuales y aloja 4 millones de números telefónicos para clientes globales. Su diseño, centrado en la nube, está pensado para integrarse con herramientas de inteligencia artificial, como asistentes virtuales o servicios de atención automatizados, lo que la convierte en una solución adaptable a entornos de atención al cliente avanzados.
En segundo lugar, Global Fabric funciona como una plataforma Network-as-a-Service (NaaS), que permite a las empresas gestionar su conectividad de forma ágil y segura a través de una interfaz web intuitiva. Con presencia inicial en 45 centros de datos en la nube —y con planes de alcanzar los 140—, Global Fabric permitirá conectar hasta 700 data centers globalmente, facilitando el cumplimiento normativo y la soberanía de los datos. “Los clientes pueden elegir tanto el destino de los datos como la ruta de transmisión, lo que ayuda a cumplir con los marcos regulatorios nacionales”, ha subrayado Burger.
Preparando la venta
Aunque BT enfatiza que el objetivo es ofrecer soluciones más eficaces a clientes multinacionales, la creación de BT International también se interpreta como un paso previo a una posible venta o fusión futura. Esta separación estructural mejora la eficiencia operativa, pero también facilita el atractivo de la unidad como activo independiente en un mercado cada vez más consolidado.
“Estamos en un momento clave para dejar atrás redes internacionales fragmentadas y avanzar hacia plataformas diseñadas con la realidad de la IA, el cloud y la seguridad como base”
La visión de BT apunta a un futuro donde unas pocas plataformas globales dominen la gestión de redes internacionales, adaptadas a las exigencias del multi-cloud, la ciberseguridad y la inteligencia artificial. “Estamos en un momento clave para dejar atrás redes internacionales fragmentadas y avanzar hacia plataformas diseñadas con la realidad de la IA, el cloud y la seguridad como base”, concluye Burger.
El éxito de esta estrategia dependerá de su capacidad para escalar rápidamente, captar nuevos socios —como el ya anunciado acuerdo con Google Cloud— y demostrar un valor tangible en un mercado global altamente competitivo.
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