La contraposición de este nuevo paradigma tiene que ver con la seguridad en la red, ya que se ha convertido en uno de los grandes retos que deben afrontar. Sin embargo, este proceso no debe verse como una amenaza, sino como una nueva ventaja competitiva con la que despuntar en un mercado global donde se han diluido las fronteras físicas y en el que todos los aspectos están estrechamente interconectados.
Una apuesta sin reparos a favor de la ciberseguridad es necesaria, pero esto requiere de una serie de iniciativas conjuntas entre las administraciones públicas y el sector privado. El principal objetivo de todo esto reside en proteger al consumidor, para generar un entorno seguro que impulse las transacciones económicas a través de la red.
Por lo tanto, no es de extrañar que en Estados Unidos estén colaborando tanto el gobierno como varias compañías internacionales de primer nivel, que destacan por su fuerte presencia en Internet. Este es solo uno de los muchos ejemplos que podemos encontrar a nivel global, aunque el país norteamericano suele ir siempre un paso por delante en este tipo de estrategias.
"Online Shopping" (CC BY-SA 2.0) by Sari Montag
La seguridad es uno de los aspectos más valorados por los usuarios
Sin embargo, merece la pena destacar que el entorno digital es un entorno seguro, sobre todo si el usuario presta atención a las compañías con las que interacciona a la hora de realizar cualquier pago. Uno de los casos más llamativos se puede apreciar en distintos sectores de la industria del ocio y el entretenimiento, que lleva muchos años apostando por adaptar sus contenidos a Internet.
De este modo, no concebimos los mejores casinos online sin prestar atención a su ciberseguridad, algo que analizan en profundidad sitios como casinosymas.es. Así, todos ellos cuentan con distintos métodos de pago, nos obligan a registrarnos de forma totalmente gratuita para disfrutar del contenido o nos imponen ciertas condiciones que deben cumplir nuestras contraseñas para ser seguras.
Eso sí, todo esto puede extrapolarse a otros campos como las plataformas de streaming, la banca digital o el comercio electrónico, que está dirigiendo muchos esfuerzos en esta dirección. Los resultados son tangibles a gran escala, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer en un ámbito totalmente cambiante y donde las medidas quedan rápidamente obsoletas.
Además, no podemos olvidarnos de la pequeña y la mediana empresa, que suele tener más problemas a la hora de financiar este tipo de proyectos de ciberseguridad y necesita el respaldo de la administración pública para este tipo de puntos clave. Sin embargo, incluso para estas compañías la seguridad en Internet puede convertirse en una ventaja competitiva.
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