En un entorno manifiestamente preocupado por la situación actual que se vive en España, ante el que el ministro de Industria en funciones, José Manuel Soria, ha afirmado que es perentorio alcanzar acuerdos para que el proceso de digitalización en el que se hallaba sumido el país no se detenga, el presidente de la patronal de las Telecomunicaciones consideró que, muy al contrario, España no está en el lugar que debiera en la omnipresente revolución digital, ni en términos relativos ni en términos absolutos. “Nuestro país sigue estando lejos de dónde debería con respecto a Europa; ocupamos un puesto con poca relevancia en los indicadores internacionales y tenemos que ser mucho más ambiciosos”.
Reconociendo los esfuerzos que desde las instancias oficiales se han hecho hasta hoy, de Riva ha enfatizado en la ambición de AMETIC: “Aspiramos a que la tecnología digital sea una cuestión de Estado, de todo el Estado, porque no es suficiente considerarla una cuestión más, dentro de una amplia cartera de prioridades, sino que es necesario entenderlas como como un elemento trasversal clave y prioritario, palanca de cambio real de nuestra economía, de nuestra educación, de nuestros servicios públicos y de nuestra estrategia como país”.
Con esta visión y con el convencimiento de que es preciso cambiar de manera radical el modelo productivo, De Riva ha enumerado los tres principios básicos que se defienden habitualmente desde la Asociación:
Lograr un desarrollo efectivo del Mercado Digital Único Europeo
Es urgente contar con un marco legal estable y predecible para el desarrollo sostenible de un mercado online de bienes físicos y digitales, que sea claro y eficaz para todas las partes y donde se pueda establecer una competencia justa entre los actores.
Fortalecer la industria TIC en nuestro país
Después de décadas de tímidas acciones, se necesita urgentemente cambiar la tendencia hacia una inversión en Innovación que llegue al 3% del PIB, una mejor maquinaria educativa digital, un marco legal, equilibrado y simétrico para un desarrollo sostenible de la industria, un modelo eficaz de Demanda Temprana, un marco fiscal que incentive la inversión del sector privado y proyectos tractores transformadores del país como Industria 4.0, Smart Cities, IoT o Infraestructuras Inteligentes de Transporte, por poner algunos ejemplos, con inversiones con suficiente masa crítica para que creen efecto arrastre y generen ventajas competitivas para nuestro país.
Transformación Digital
A partir de infraestructuras de telecomunicación de calidad, seguras, confiables y capilares, se han de ir apilando todas las capas de conocimiento y servicios para lograr la transformación digital de nuestra sociedad, nuestras administraciones públicas y nuestros sectores productivos.
Para finalizar, de Riva ha asegurado que “no nos falta talento, ni recursos, ni capacidad nos falta convencernos de las oportunidades que estas tecnologías ofrecen a cualquier sector para cambiar su entorno. Nos falta, como decíamos al principio, determinación. Nos falta convencernos de la necesidad de una transformación digital real de nuestra economía”.
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