De este modo se pone el foco en el mayor fabricantes de alambres y cables de China después de que la firma asiática llegase a un acuerdo en 2013 para comprar equipos de ZTE y posteriormente contrató a empresas iraníes para suministras equipos y piezas de telecomunicaciones. Así, acusa a Far East Cable de 18 violaciones de los controles de exportación de Estados Unidos entre septiembre de 2014 y enero de 2016.
Por ello, Far East Cable contrató con Telecommunications Company of Iran (TCI) y con Khadamate Ertebati Rightel, otra firma iraní, en 2014. Ambos eran clientes de ZTE que suspendió el envío de artículos de origen estadounidense a Irán en 2012, pero al año siguiente a pesar de una investigación del Departamento de Comercio, ZTE hizo planes para reanudar los envíos a Irán a través de esta tercera parte.
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"Far East Cable actuó como una tapadera para ZTE, facilitando los envíos de ZTE a Irán en el mismo momento en que ZTE sabía que estaba siendo investigada exactamente por la misma conducta", explica John Sonderman, un funcionario del Departamento de Comercio, en un comunicado.
ZTE sigue bajo la mirada de un monitor designado por el Departamento de Comercio, pero su libertad condicional ordenada por el tribunal derivada de la declaración de culpabilidad de 2017 terminó en marzo.
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