La firma española Hispasat busca así garantizar un despliegue universal de estas redes para que lleguen también a zonas remotas o con una densidad de población menor e incluso en entornos marítimos o aéreos. De este modo, se desarrollarán tres proyectos, dos de los cuales están financiados por el programa Horizonte Europa de la Unión Europea (TRANTOR y 5G-STARDUST) y el otro es una iniciativa nacional (AROMA3D).
TRANTOR
El primero de los proyectos, financiado por la Unión Europea, es TRANTOR, integrado por siete empresas entre las que están CTTC, SRS, INSTER, Indra, Fraunhofer, Consiglio Nazionale delle Ricerche, Université du Luxembourg e Hispasat.
TRANTOR busca reducir la dependencia de la Unión Europea respecto a terceros países para lograr un acceso global a internet con la adopción de redes satelitales o no terrestres 5G y 6G.
Para ello se desarrollarán componentes dinámicos que permitan servicios de conectividad multibanda, multiórbita y multisatélite de nuevas capacidades para las futuras generaciones de procesadores a bordo y de equipamiento de usuario para estas redes avanzadas.
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5G-STARDUST
Por otro lado, el proyecto 5G-STARDUST, financiado también por Horizonte Europa, cuenta con el apoyo de diez compañías (DLR, Thales Alenia Space, Orange, Software Radio Systems, AW2S, Martel Innovate, CTTC, CNIT, Fraunhofer e Hispasat).
5G-STARDUST investigará el desarrollo de nuevos servicios basados en un acceso ubicuo por radio, aprovechando así los avances en transmisiones en el espacio y también se centrará en el desarrollo de nuevos sistemas embarcados en los satélites.
AROMA3D
El tercero de los proyectos, AROMA3D, es nacional y cuenta con la colaboración de diversas empresas españolas lideradas por CTTC y financiado por los fondos europeos de recuperación.
Con ello se busca investigar tecnologías avanzadas como las soluciones MIMO a gran escala basadas en el satélite o el procesado a bordo basado en edge computing móvil (MEC).
Así, se busca conseguir la primera validación en órbita de redes no terrestres pre-6G, anticipándose a los requerimientos definidos por el estándar 3GPP.
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Rumbo a la interoperabilidad
El desarrollo tecnológico del sector satelital ha estado históricamente determinado por la complejidad de sus sistemas y por casos de uso muy concretos, por lo que gran parte de sus soluciones cuentan con una presencia importante de funcionalidades de cada fabricante e incluso de cada operador, por lo que se complica la interoperabilidad entre múltiples redes.
La estandarización del satélite en redes 5G y 6G permitirá asegurar la compatibilidad de redes con el satélite y facilitará el despliegue de redes 5G en zonas rurales
En este contexto, ya desde 2017 el organismo 3GPP encargado de la estandarización de redes 3G, 4G y 5G, trabaja en la adopción de su tecnología hacia el entorno satelital, lo que permite asegurar la compatibilidad de redes con el satélite y facilitará el despliegue de redes 5G en zonas donde la infraestructura terrestre no es factible por cuestiones técnicas o económicas.
El pasado verano se publicó el reléase 17 de la 5G en el que se incluyen las adaptaciones necesarias para que la última generación de tecnología móvil pueda trabajar con satélites transparentes, teniendo en cuenta las particularidades de distancia, latencia y movimiento relativo de los sistemas de satélites. La estandarización busca permitir casos de uso en comunicaciones móviles por satélite para aplicaciones de bajo ancho de banda como voz o IoT.
Por su parte, las siguientes versiones (release 18 y 19) ya trabajan para acoger nuevos casos de uso y optimizaciones en este entorno, así como la incorporación de nuevas frecuencias orientadas a la conectividad de banda ancha.
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