www.zonamovilidad.es
Por Antonio Rodríguez
x
infozonamovilidades/4/4/18
jueves 16 de octubre de 2025, 10:00h

Escucha la noticia

La siguiente generación de comunicaciones móviles, 6G, se perfila como un salto decisivo hacia una conectividad global sin interrupciones.

Nokia está trabajando en la incorporación de las redes no terrestres (NTN, por sus siglas en inglés) al estándar internacional 3GPP, con el objetivo de que la conexión vía satélite sea una capacidad integrada en los smartphones y dispositivos conectados de la próxima década.

La tecnología NTN ya forma parte del ecosistema 5G desde la versión 17 del 3GPP, que introdujo la posibilidad de utilizar satélites para servicios de banda estrecha IoT (NB-IoT). Actualmente, algunos terminales como el Google Pixel 9 o el Samsung Galaxy S25 permiten enviar mensajes de emergencia por satélite cuando no existe cobertura terrestre. Sin embargo, el cambio más relevante llegará con 6G, cuando esta funcionalidad se estandarice y se integre de forma nativa en la mayoría de los dispositivos.

Los avances desarrollados por el 3GPP en las versiones posteriores han ampliado las capacidades técnicas de las NTN. La versión 18 incorporó soporte para terminales VSAT y optimizó la movilidad en escenarios reales, como el marítimo o el aéreo, mientras que la versión 19 añadió una arquitectura regenerativa que mejora la forma en que los satélites procesan y retransmiten señales. Estas mejoras han permitido que la tecnología pase de ser un complemento experimental a un componente estructural dentro del ecosistema móvil.

Nuevas capacidades para una conectividad global

La visión de 6G es integrar plenamente las redes terrestres (TN) y las no terrestres, eliminando la necesidad de depender de sistemas externos de posicionamiento como el GNSS (Global Navigation Satellite System). Esta evolución permitirá que los dispositivos se conecten directamente al satélite, aumentando la fiabilidad y la resiliencia de las comunicaciones en contextos donde las redes tradicionales no alcanzan.

Entre las innovaciones previstas para el nuevo estándar destacan tres elementos clave. En primer lugar, todos los dispositivos 6G estarán preparados para conectarse a satélites de forma automática, convirtiendo esta opción en una función común y no en una característica diferenciadora. En segundo lugar, se reforzará la interoperabilidad entre redes terrestres y espaciales, garantizando una transición fluida entre distintos entornos de conectividad. Por último, se espera una reducción significativa del consumo energético y una mejora en la eficiencia espectral, aspectos esenciales para el despliegue masivo de esta tecnología.

Cobertura universal y resiliencia ante emergencias

La integración de las NTN tiene también una dimensión estratégica y social. Al extender la cobertura más allá de las infraestructuras terrestres, las comunicaciones por satélite permitirán reducir la brecha digital y ofrecer conectividad en zonas rurales o de difícil acceso. Este tipo de conexión será especialmente relevante para servicios de emergencia y respuesta ante catástrofes naturales, donde la capacidad de mantener la comunicación puede ser determinante.

Asimismo, la cobertura global impulsará nuevas aplicaciones en sectores como la telemedicina, la educación remota o la logística, al facilitar el acceso a redes seguras y estables en cualquier punto del planeta.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios