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martes 05 de septiembre de 2017, 08:38h

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El presidente ruso aseguró que la nación que controle la investigación y los avances de la Inteligencia Artificial tendrá también el control del mundo y considera que las próximas guerras se harán con drones.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha dejado claro que considera la Inteligencia Artificial como uno de los más importantes caminos de la ciencia moderna, a tal punto que asegura que el país que lidere el rumbo de esta tecnología entonces pasará a dominar la escena mundial.

El mandatario ruso asegura que la inteligencia artificial es el futuro, y no sólo para Rusia, sino para toda la humanidad porque llegará con oportunidades colosales, pero no se puede dejar a un lado que existirán amenazas que son difícilmente predecibles.

Las investigaciones en torno a la inteligencia artificial se acercan cada día más a ser un problema de seguridad nacional para los años venideros. Por ahora China y Estados Unidos están a la cabeza, pero no Rusia.

La nación asiática tiene serias aspiraciones de estar en el primer lugar la investigación de Inteligencia Artificial para el 2030, pudiendo dejar fuera a la nación americana, particularmente cuando la administración Trump se prepara para recortar los fondos para la investigación básica en ciencia y tecnología.

Muchos especialistas consideran que la Inteligencia Artificial ayudará a impulsar las economías de los países en diversas áreas relacionadas con las industrias de la fabricación, hasta en el sector médico, pero también para la guerra.

Una de las grandes preocupaciones de genios como Stephen Hawking o Elon Musk es que la inteligencia artificial puede salirse de las manos y volverse contra el hombre, de hecho se espera que sea muy utilizada en el futuro para desarrollar armas cibernéticas y controlar herramientas autónomas como ejércitos de drones armados conducidos por un cerebro compartido.

De hecho el mismo presidente Putin considera que las futuras guerras serían llevadas a cabo por países que usan drones y plantea un escenario en el que aviones teledirigidos se enfrentarán entre sí y una vez que algún bando sea derrotado deberá rendirse.

Todas estas razones dieron pie a que Elon Musk y otros 116 líderes tecnológicos enviaran una petición a las Naciones Unidas solicitando nuevas regulaciones para la fabricación de armas partiendo de desarrollos de Inteligencia Artificial.

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