Siguiendo esta línea, la vicepresidenta de la Comisión de la UE, Vera Jourova, ha dicho que la capacidad de una nueva generación de chatbots de IA para crear contenido e imágenes complejos en segundos plantea "nuevos desafíos para la lucha contra la desinformación".
En base a esto, la vicepresidenta de la Comisión de la UE, ha explicado que solicitó a empresas tecnológicas como Google, Meta, Microsoft y TikTok, entre otras, que se han adherido al acuerdo voluntario del bloque de 27 naciones para luchar contra la desinformación, que trabajen para resolver el problema relacionado a la inteligencia artificial.
Durante una sesión informativa en Bruselas, Jourova declaró que las plataformas en línea que utilizan la inteligencia artificial generativa en sus servicios, por ejemplo, Bing de Microsoft y el chatbot Bard de Google, deberían implementar medidas de seguridad para prevenir la propagación de información falsa por parte de "actores malintencionados".
Las empresas que ofrecen servicios que tienen el potencial de difundir desinformación generada por IA deberían implementar tecnología para “reconocer dicho contenido y etiquetarlo claramente para los usuarios”.
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Paralelamente, Google, Microsoft, Meta y TikTok no hicieron comentarios inmediatos sobre las solicitudes hechas. Durante la sesión informativa, Jourova señaló que la regulación de la UE tiene como objetivo proteger la libertad de expresión, aunque en el caso de la inteligencia artificial no hay ningún derecho que le otorgue libertad de expresión a las máquinas.
El aumento rápido de la tecnología de inteligencia artificial generativa ha sorprendido a muchos y ha preocupado a otros debido a su potencial para transformar diversos aspectos de la vida cotidiana, ya que tiene la capacidad de producir contenido similar al generado por seres humanos, como texto, imágenes y videos. Europa se ha convertido en líder mundial para regular la inteligencia artificial, con su Ley de IA, pero esta legislación aún requiere aprobación final y no entrará en vigor hasta dentro de varios años.
La UE ha redactado un conjunto de reglas para proteger a las personas del contenido perjudicial en línea, y los funcionarios están preocupados de que deban actuar con mayor rapidez para mantenerse al día con la tecnología de inteligencia artificial generativa en constante evolución.
Los políticos incluso han reclutado a AI para advertir sobre sus peligros. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, usó ChatGPT de OpenAI para diseñar la apertura de un discurso ante el Parlamento la semana pasada, y dijo que estaba escrito "con tanta convicción que pocos de nosotros creeríamos que detrás de él había un robot, y no un humano".
Por su parte, funcionarios europeos y estadounidenses informaron que están trabajando en un código de conducta voluntario para la inteligencia artificial. Este código se espera que esté listo en unas pocas semanas y servirá como una forma de cerrar la brecha antes de la entrada en vigencia de las regulaciones de IA de la UE. Los compromisos voluntarios similares en el código de desinformación se convertirán en obligaciones legales a fines del mes de agosto, según la Ley de Servicios Digitales de la UE. Esta ley obligará a las grandes empresas tecnológicas a monitorear más sus plataformas para proteger a los usuarios del discurso de odio, la desinformación y otro contenido nocivo. A pesar de esto, Jourova sugirió que las empresas deberían etiquetar inmediatamente el contenido generado por IA.
Para contextualizar, la mayoría de las grandes empresas tecnológicas ya están adheridas al código de desinformación de la UE, que exige que las empresas evalúen sus esfuerzos para combatir la información falsa y emitan informes periódicos para mostrar su avance.
Elon Musk recientemente logró hacer que Twitter eliminara algunas restricciones en la plataforma después de adquirirla el año pasado, pero su última acción provocó una fuerte crítica por parte de Jourova, quien la consideró un error.
A finales de este mes, Twitter se enfrentará a una importante prueba cuando el comisionado europeo, Thierry Breton, visite su sede en San Francisco con un equipo para realizar una "prueba de estrés". Esta prueba está diseñada para medir la capacidad de la plataforma para cumplir con la Ley de Servicios Digitales. Además de Twitter, Breton también visitará otras empresas tecnológicas de Silicon Valley, como OpenAI, el fabricante de chips Nvidia y Meta. Breton es responsable de la política digital y dio a conocer esta información a los periodistas el lunes pasado.
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