Siguiendo esta línea, Eric Jardine, responsable de investigación sobre delitos en Chainalysis, ha dicho que “es muy positivo observar que la actividad legítima en el ecosistema cripto supera a la ilícita. Al igual que en los sistemas financieros tradicionales, es poco probable que se elimine completamente la actividad delictiva. Sin embargo, las herramientas avanzadas de análisis de blockchain, como las que proporciona Chainalysis, están permitiendo al sector público y privado enfrentar estas amenazas de manera más efectiva. Esto pone a las criptomonedas y el blockchain en un camino hacia la transformación del intercambio de valor, similar a lo que hizo Internet con el intercambio de información”.
Aumento del Ransomware
Un aspecto evidente es que aunque las transacciones ilícitas hayan disminuido en comparación con el año pasado, el ransomware sigue en ascenso. En 2023, hasta finales de junio, Chainalysis reportó pagos de rescate por un total de 449.1 millones de dólares. Durante el mismo periodo de 2024, se han registrado 459.8 millones de dólares en rescates, lo que convierte a este año en el de peores cifras hasta la fecha.
Y esto no es todo, un dato alarmante es el aumento en el pago máximo por rescate, que en 2024 alcanzó casi 75 millones de dólares al grupo de ransomware Dark Angels, marcando un incremento del 96% respecto a 2023 y un 335% comparado con el mayor pago de 2022.
Fondos Robados y Crímenes Relacionados
Los delitos de robo de fondos también están incrementando. Aunque en 2023 se observó una reducción del 50% en el valor de criptomonedas robadas respecto a 2022, en 2024 ya se han sustraído 1.580 millones de dólares, lo que representa un aumento del **84.4%** en comparación con el mismo periodo del año anterior.
A pesar de que el número de delitos en 2024 solo ha aumentado un 2.76% en comparación con 2023, gran parte de la subida en el valor se debe al aumento en los precios de los activos, especialmente Bitcoin, que representó el 40% del volumen de transacciones tras el hackeo.
Ante este escenario, los investigadores de Chainalysis han notado que los atacantes están volviendo a concentrarse en los intercambios centralizados después de cuatro años de centrarse en protocolos DeFi. Estos atacantes, incluidos aquellos vinculados a Corea del Norte, están utilizando tácticas de ingeniería social cada vez más sofisticadas, como la solicitud de empleos en tecnología, para robar criptomonedas en intercambios centralizados.