Los hashtags están más presentes que nunca en nuestro día a día, pero este 2025 han adquirido un significado inesperado: se han convertido en una de las herramientas clave del hacktivismo moderno. Lo que antes servía para ordenar conversaciones en redes, ahora funciona como mecanismo para coordinar ataques, marcar objetivos y firmar autorías en tiempo real. Y, según el último informe de Kaspersky, este fenómeno está transformando por completo la forma en la que operan estos grupos.
El estudio, que analiza la actividad de más de 120 grupos hacktivistas y 11.000 publicaciones en la web abierta y la darknet, confirma que el hacktivismo ha dejado de ser un movimiento localizado. Los ataques ya alcanzan a Europa, Estados Unidos, India, Vietnam o Argentina, demostrando que los grupos buscan impacto global y visibilidad, no un territorio concreto. Además, actúan con una rapidez creciente: cuando anuncian un objetivo, suelen cumplir la amenaza en cuestión de días.
Los hashtags son ya el eje de toda esta actividad. En 2025 se identificaron más de 2.000 hashtags únicos, una cifra que refleja el ritmo al que se crean nuevas campañas. Muchos tienen una vida útil breve, pero los más populares se mantienen activos gracias a alianzas entre grupos, que los reutilizan para reforzar su mensaje. Así, un hashtag no solo etiqueta un ataque, también coordina acciones y señala autoría.
El informe confirma un patrón claro: el DDoS sigue dominando las ofensivas hacktivistas. Un 61% de los incidentes registrados corresponden a este tipo de ataques, y el 90% de los enlaces maliciosos analizados apuntan a herramientas externas usadas para comprobar si un servicio ha caído, un paso clave para que los grupos demuestren “éxito” ante su comunidad.
Otro factor determinante es la ventana de amenaza, cada vez más corta. Estos grupos no buscan operar en silencio, sino ganar notoriedad. Por eso, muchas señales de alerta son públicas, visibles y rastreables: desde anuncios de ataques hasta la creación de nuevos hashtags que simbolizan alianzas. Esa necesidad de visibilidad, según los expertos, puede convertirse en una debilidad si se monitoriza de forma adecuada.
Como explica Kseniya Kudasheva, analista de Digital Footprint en Kaspersky, “los grupos hacktivistas prosperan gracias a la visibilidad, no al sigilo. Esa necesidad de protagonismo puede volverse en su contra si se monitoriza con inteligencia”. De ahí la importancia de herramientas capaces de rastrear en tiempo real su actividad y convertir esas señales públicas en inteligencia accionable.
El informe termina con una advertencia clara: ninguna organización está fuera de riesgo. En el hacktivismo actual, la motivación es mediática, no geográfica. Lo que importa es el alcance. Y en ese contexto, un simple hashtag puede ser la primera señal de que un ataque está en camino.