Alberto Granados, presidente de Microsoft España, ha hablado sobre la Inteligencia Artificial en el 37 encuentro de la Economía, destacando las virtudes del Copilot y ha mencionado que la IA generativa puede automatizar funciones de ventas y atención al cliente, aumentando los ingresos y la productividad. También se refirió a la importancia de medir el impacto y garantizar la ética en el uso de la IA. Microsoft está trabajando en guías éticas y principios responsables para proteger los algoritmos.
El directivo ha iniciado su intervención recordando que la irrupción de IA ya no es marketing; es algo cíclico y lógico. “Se ha venido hablando de la nube, de la transformación digital y ahora el tema es la transformación de la Inteligencia Artificial", explica Granados. "Se lleva trabajando en la paridad humana desde 2016 (reconocimiento de objetos, traducción automática, comprensión lectora, síntesis de voz, comprensión general, subtitulado…) y ahora se puede asegurar que la inteligencia artificial generativa es un todo en uno, ya que realiza todas esas cosas y más; la misma red neuronal, el mismo algoritmo, hace todo”, señala. En este sentido, ha incidido en que las posibilidades son inmensas y aún "serán mayores" (audio-video combinado, por ejemplo), mientras "el esfuerzo es mínimo". La IA puede combinar imagen con ley física, con redacción de texto, síntesis de voz, etc.
Para el ejecutivo de Microsoft, la salida de Chat GPT supuso alcanzar los 100 millones de usuarios en tres meses, lo que ha llevado a la construcción de grandes centros de datos, de adaptación de la compañía, etc. Y es que, por fin, se ha conseguido hablar con las máquinas, a generar código, texto, imágenes y que todo se haga de forma fácil.
La IA no va a sustituir a nadie
“No pensamos que la IA vaya a sustituir a nadie, no va a hacer lo que la gente hace, pero sí los va a ayudar. Va a ser un copiloto que responde en microsegundos”
“No pensamos que la IA vaya a sustituir a nadie, no va a hacer lo que la gente hace, pero sí los va a ayudar. Va a ser un copiloto que responde en microsegundos”, ha comentado Granados en su intervención. De hecho, el impacto de la IA Generativa en el área de ventas y servicio al cliente supone que un quinto de las funciones de ventas será automatizado; el 15% de las empresas que intervienen en lA están viendo un aumento de ingresos de hasta el 15% y supone un aumento de ROI de ventas de hasta el 20%. La aplicación de IA generativa mejora la resolución de problemas en un 14% y en las funciones de atención al cliente podría aumentar la productividad hasta un 45%.
Con un ejemplo de diseñar una presentación (PPT) en 45 segundos, Granados ha recordado que los empleados de la mayoría de las empresas están listos para asumir el cambio; tanto es así que los estudios realizados demuestran que el 64% de ellos denuncian que carecen de tiempo y energía para hacer su trabajo y están dispuestos a delegar trabajo en la IA; además los directivos aseguran que no tienen tiempo para pensar estratégicamente y tienen la esperanza de que la IA los ayude a aumentar la productividad.
En el ámbito legal, Copilot permite superar la observabilidad, facilita tomar decisiones no sólo por experiencia sino porque los datos les hablan y los ayudan a sumariar los escritos y a escribir de forma más ágil y precisa.
Estos mismos ejemplos se pueden llevar a todos y cada uno los departamentos de las compañías activas y se suman aspectos de interés como la lucha contra el cibercrimen. “Los malos actúan en milisegundos y la administración actúa a velocidad de pliego”; por eso la IA tiene modelos ciberentrenados que permiten entender a los CISOS (responsables de seguridad de las empresas) qué está ocurriendo. Le da información completa, le concreta los departamentos afectados e incluso le hace la presentación para explicar los hechos al Consejo.
Hay que medir el impacto para entender qué supone
En términos de ROI, Granados aconseja a las empresas medir el retorno de inversión una vez adoptada la inteligencia artificial y calcular la destrucción de empleo (en los casos expuestos, ninguno). Igualmente, hay que tener en cuenta la necesidad de adquirir confianza en el algoritmo, lo que va acompañado de la trazabilidad de los datos, de la necesidad de conocer bien la nube, al cliente y el contenido.
Preocupación por la ética
Microsoft está trabajando en las guías éticas, en los principios responsables para aplicar la IA, para garantizar la transparencia de la tecnología y para proteger los algoritmos. Por tanto, hay que manejar el ‘metaprompting’, las medidas que debe tener la tecnología para asegurar que no genera problemas; por tanto, en Microsoft la IA está definida por el desarrollador y pone límites en la interacción; por eso, buscan las mejores prácticas y plantillas además de realizar pruebas en su nube profesional Azure IA.
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