Nexthink nació hace dos décadas con una idea revolucionaria: repensar el papel de la tecnología en las empresas, no desde el punto de vista del proveedor, sino desde el de quien la utiliza a diario. Su fundador y actual CEO, Pedro Vados, un soriano que estudiaba en Lausana (Suiza), impulsó esta visión que dio origen al concepto de DEX (Digital Employee Experience), un mercado hoy en auge y que la propia compañía contribuyó a crear y liderar.
Con presencia en 12 países —entre ellos Estados Unidos, Japón, Australia y buena parte de Europa— la empresa se ha consolidado como una tecnológica global, con 1.200 empleados, de los cuales 150 trabajan desde su sede de Madrid. La empresa destaca por mantener aquí en España uno de sus ‘hubs’ de ingeniería más importantes, además del soporte técnico global y su departamento de TI interno. Si en 2024, alcanzó una facturación de 300 millones de dólares a nivel global, 7 millones de euros se materializaron en el mercado español, donde opera desde hace solo seis años.
La propuesta de Nexthink consiste en una plataforma en la nube capaz de recoger y analizar datos en tiempo real sobre el estado y el uso de los dispositivos de los empleados. Esta herramienta permite a los departamentos de TI diagnosticar problemas, anticiparse a incidencias y personalizar el entorno digital de cada trabajador según su perfil y necesidades. El resultado: empleados más productivos, menor coste operativo y una mejor experiencia tecnológica dentro de las organizaciones.
El auge del mercado DEX
Nexthink, reconocida por Gartner como líder en este segmento, estima que el mercado global de DEX alcanzará los 3.000 millones de dólares en 2030. El crecimiento de este mercado responde a varios factores: por un lado, el cambio en los modelos de trabajo, con miles de empleados operando desde sus hogares. Por otro, la creciente dificultad de atraer y retener talento en un entorno competitivo y, finalmente, el impacto directo en la productividad y eficiencia que tiene que ofrecer una tecnología adaptada y eficaz a cada profesional.
En España, más de la mitad de las empresas del IBEX 35 ya han confiado en Nexthink, así como importantes clientes globales como Volvo o Starbucks. En el sector público, la compañía colabora con varias administraciones autonómicas, aunque aún no puede desvelar casos específicos. En cuanto a su objetivo a corto plazo, sus portavoces aseguran que es seguir creciendo entre un 20 y un 25% anual, además de consolidar su presencia en sectores clave como el educativo, sanitario y judicial, donde la personalización de la tecnología es vital.
Según Vicente Lorente, director de Preventa del Sur de Europa, ellos no venden solo software: proponen una nueva forma de pensar la tecnología en el trabajo. Y eso, en un mundo laboral cada vez más distribuido y exigente, puede marcar la diferencia. La plataforma ha alcanzado ya la versión 25.4 y en palabras de Lorente, “se encuentra en evolución constante”. De hecho, lanza versiones con nueva funcionalidad cada cinco semanas, es decir, 10 versiones al año; y en la actualidad, la innovación se centra en la inteligencia y la automatización basadas en IA.

Qué ha cambiado
Tradicionalmente, ¿qué hacían las empresas? Proveían a los empleados de todo el software y hardware que pudieran necesitar para trabajar, pero luego descubrían que hasta un 60 % de ese software no se utilizaba. Era una pérdida económica considerable. De ahí que uno de los grandes beneficios que aporta esta nueva plataforma es precisamente ese: saber qué necesita realmente cada persona, qué herramientas usa y cuáles no, y, a partir de ahí, dotarle sólo de la tecnología que le permite ser productivo, lo que lleva aparejado un fuerte ahorro en licencias.
“Ese es uno de los primeros usos que las organizaciones hacen de la información que proporciona nuestra plataforma: saber cómo utilizan los empleados sus dispositivos, cómo interactúan con las distintas aplicaciones —ya sean instaladas localmente o en la nube— y cómo funcionan realmente esas herramientas de colaboración que se han vuelto esenciales para el trabajo digital”, afirma Lorente.
Lo que hace Nexthink es ofrecer contexto: si un empleado tiene una incidencia, la plataforma detecta si el problema afecta también a otros usuarios, por ejemplo en el uso de una app SaaS, y permite a TI actuar de forma proactiva. Se puede incluso enviar un mensaje emergente al empleado: “Estamos detectando un problema, lo estamos resolviendo”. Pero lo interesante es que el siguiente nivel de madurez consiste en prevenir esa incidencia antes de que se produzca, porque la plataforma ya tiene el contexto de cómo deberían comportarse esas herramientas. Todo esto forma parte de un proceso denominado la gobernanza del puesto de trabajo digital: ofrecer la información necesaria para tomar decisiones correctas y optimizar inversiones.
Dar valor al empleado
Para los portavoces de la compañía, “a medida que la organización madura en el uso de nuestra plataforma, se amplía el radio de acción; lo habitual es que, tras el área de TI, el siguiente paso sea involucrar a Recursos Humanos. ¿Por qué? Porque cuando se dispone de datos objetivos sobre cómo trabajan los empleados —si su experiencia digital es buena o mala, si están cómodos con las herramientas que usan o si hay fricciones constantes—, Recursos Humanos puede intervenir para impulsar la formación, mejorar la comunicación o rediseñar procesos. Esta dimensión de la experiencia digital del empleado es clave, y es ahí donde Nexthink también aporta valor.
Hoy, muchas organizaciones están integrando estos datos de experiencia digital con sus encuestas de clima laboral. Así obtienen una visión completa, cualitativa y cuantitativa, que permite tomar mejores decisiones. Incluso se está empezando a hablar de “índice de destreza digital” o ‘digital dexterity’: una métrica que mide no sólo si un empleado tiene acceso a la tecnología, sino si realmente sabe utilizarla bien.