Apple ha anunciado una serie de cambios significativos en su estructura de comisiones dentro de la App Store europea, en un intento por adecuarse a las exigencias de la Ley de Mercados Digitales (DMA) de la Unión Europea y evitar nuevas sanciones regulatorias.
La compañía introduce un sistema de tarifas escalonadas y una nueva comisión sobre tecnologías básicas, en el marco de un escenario de creciente presión normativa en el mercado digital.
Uno de los principales ajustes es la implementación de un sistema de dos niveles para la llamada Store Services Fee, la comisión que Apple aplica a las compras realizadas dentro de las aplicaciones distribuidas a través de su plataforma. El Tier 1, con una comisión del 5%, ofrecerá a los desarrolladores acceso limitado a funciones esenciales, como las reseñas de usuarios, las etiquetas de privacidad o la atención al cliente de Apple. Sin embargo, excluirá herramientas clave como las actualizaciones o las descargas automáticas de apps, funcionalidades que actualmente forman parte del ecosistema habitual de la App Store.
Para obtener acceso completo a estas características, los desarrolladores deberán optar por el Tier 2, con una comisión más elevada del 13%. Esta categoría será la opción por defecto para todas las aplicaciones, aunque Apple permitirá a los desarrolladores migrar a la tarifa reducida si así lo desean. Desde el sector, esta distinción ha generado críticas. El CEO de Epic Games, Tim Sweeney, ya ha señalado públicamente las limitaciones impuestas a los desarrolladores que optan por la opción más económica, subrayando su impacto en la competitividad del entorno digital.
Nueva comisión tecnológica y transición al modelo único
A partir del 1 de enero de 2026, Apple prevé introducir un “modelo de negocio único” para los desarrolladores en el espacio europeo. Este cambio supone la transición del actual Core Technology Fee —un coste de 0,50 euros por instalación anual que exceda el millón de descargas— a una Core Technology Commission del 5% sobre todas las compras digitales realizadas tanto en la App Store como en mercados alternativos de iOS.
Con este movimiento, Apple busca responder a la sanción de 500 millones de euros impuesta por la Comisión Europea el pasado abril por sus prácticas “anti-steering”, que limitaban la capacidad de los desarrolladores para redirigir a los usuarios hacia métodos de pago externos. La empresa tiene hasta julio para abonar esta multa, momento a partir del cual comenzarán a aplicarse intereses.
La Comisión Europea evaluará las modificaciones
Por el momento, la Comisión Europea analizará las nuevas condiciones anunciadas antes de determinar si Apple incurre nuevamente en incumplimientos. Además, continúan abiertas investigaciones relacionadas con la proporcionalidad de las restricciones impuestas a las tiendas de aplicaciones alternativas y la propia comisión tecnológica.