Hasta ahora, cualquier perfil podía hacer vídeos en directo, pero la compañía ha empezado a mostrar un aviso a quienes no cumplen los nuevos requisitos. Con esta decisión, Meta restringe el alcance de los creadores más pequeños, dificultando su capacidad para conectar con nuevas audiencias en tiempo real.
La red social ha explicado que este cambio busca “mejorar la experiencia general de consumo”, aunque no ha detallado en qué medida la medida influirá en la calidad de los contenidos o la seguridad de la comunidad.
Con esta modificación, Instagram se alinea con TikTok, que también exige un mínimo de 1.000 seguidores para acceder a la opción de directo. El movimiento refuerza una tendencia entre las grandes plataformas: reservar ciertas herramientas a quienes ya han conseguido una base de seguidores consolidada.