En un panorama tecnológico donde predomina la uniformidad estética, Realme desafía la falta de originalidad del sector con una propuesta que combina precisión artesanal y libertad creativa. “Los usuarios jóvenes quieren dispositivos que reflejen su personalidad, pero el mercado de los flagships los ha obligado a elegir entre diseños idénticos”, afirma Chase Xu, CMO y vicepresidente de Realme. “El módulo de cámara intercambiable representa una visión audaz y auténtica del diseño flagship: diverso, personalizable y fiel a cada usuario”.
La innovación permite extraer y reemplazar manualmente la cubierta de la lente mediante un mecanismo sencillo y seguro. El usuario puede elegir entre distintos diseños como: redondo, cuadrado o con inspiración robóticaaç. Además, el nuevo concepto Color-Mix añade una capa adicional de personalización: cada módulo presenta un tono sutilmente contrastado con el cuerpo del dispositivo, reflejando la identidad de cada usuario a través del hardware.
El Realme GT 8 Pro no solo apuesta por la estética, sino también por la funcionalidad y la sostenibilidad. El dispositivo estará disponible en dos elegantes acabados, Diary White y Urban Blue, con un diseño curvado basado en la proporción áurea y un marco metálico mate que garantiza comodidad y ergonomía. El modelo Urban Blue incorpora un panel trasero de cuero ecológico con textura tipo papel, fabricado con plásticos y tejidos reciclados, que combina ligereza, durabilidad y una textura tridimensional única.
Realme también ha apostado por un proceso de fabricación sostenible, que incluye tintes naturales, revestimientos orgánicos y tecnología Nano-Carving de precisión milimétrica (0,02 mm), certificada por el Global Recycled Standard (GRS).
Con esta propuesta, Realme redefine el futuro del diseño móvil, integrando personalización, sostenibilidad y calidad premium en un mismo dispositivo. “La innovación no está solo en lo que el teléfono hace, sino en cómo se siente y se adapta a ti. Este es el nuevo estándar del diseño flagship”, concluye Xu.