Pedro Abad, director de HTC para España y Portugal

A veces cuando probamos terminales HTC, hacemos virtualmente la ola. Su firma está muy vinculada a nuestra publicación porque, cuando sólo había un distribuidor en España (y cuando decimos un distribuidor decimos una persona), venía a la redacción, donde siempre fue bien recibido, sin más infraestructura  que su coche y su teléfono, a presentarnos el producto. No ha pasado tanto tiempo y ahora, la salida a escena de cada HTC va siempre vinculada a los grandes operadores y siempre da que hablar. Los dos últimos casos, en España, el Shift y el Touch Find pero…

Telefonía y Comunicaciones - Situémonos en octubre de 2002. Gran fiesta en Londres. Microsoft hacía realidad su apuesta por la movilidad y lo hacía de la mano de una ‘marca blanca’ que se llamaba HTC… ¿Qué supuso aquel momento?

Pedro Abad – Hace unos días, en Londres, con motivo del lanzamiento del Diamond, al que acudió el vicepresidente de Microsoft, nuestro presidente, Peter Chow, hizo un apunte a este respecto y habló de la historia conjunta de las dos empresas, del camino recorrido. Pero matizó: “en realidad empezamos en 1999”. Y así fue porque, desde la fecha de la fundación de HTC, en 1997, hasta el 99, HTC intentó convencer a Microsoft de que queríamos ser sus socios. Lógicamente, aquello sonaba arriesgado; era una aventura para navegantes muy intrépidos. Pero, por fin, en 1999 se tomó la decisión de montar una empresa que supusiera la vanguardia tecnológica en los quince o veinte años siguientes y se inició la búsqueda de un dispositivo inteligente, un dispositivo con sistema operativo. Y ese sistema operativo iba a ser de Microsoft.
En aquel entonces todo esto sonaba, cuando menos, utópico.
Hoy, se ha comprobado que el camino fue acertado. HTC ha desarrollado su actividad empresarial enfocada en una gama concreta de productos y esto ha supuesto alcanzar un conocimiento, una cultura tecnológica, de este tipo de dispositivos, muy potente. Esto nos ha permitido innovar; es decir, no sólo fabricar sino aportar algo diferenciador.
Tenemos varios pilares: por un lado, el producto en sí, la parte tecnológica, cuyo desarrollo es estratégico. Otro es la marca. Pero el primero es fundamental; de los 5.500 empleados que somos en todo el mundo, la mitad son ingenieros.

TyC - Otro momento determinante es cuando toman la decisión de dejar de ser marca blanca, de comercializar con distintos nombres como Qtek o TSM o iMate para potenciar sus propias siglas. De eso hace un par de años...

PA – Como todo lo que decide esta compañía, fue una decisión ambiciosa, mirando el medio plazo. Quizá el fabricante de marca blanca puede basarse en el corto plazo, tiene mayores volúmenes de producción, es un negocio más inmediato.
Intentar desarrollar tu propia marca lleva implícita una estrategia, una inversión, un retorno a más largo–medio plazo.
Así, en 2005, el primer paso fue pasar de ser una empresa local a establecer tres regiones: Asia (donde está nuestra central, Taipei), EMEA (liderada desde Londres) y Américas. Fue el paso a la globalización.
Del 2005 al 2006, se gestó el modelo de negocio en el que quería implantarse HTC y que pasaba, claramente, por intentar impulsar la marca propia; desarrollar una marca con los principales partners con los que ya trabajábamos.

TyC – Fue arriesgado...

PA – Sí, pero había producto. Con el tiempo se ha demostrado que éste, dentro de ser mejorable (como todos los dispositivos del mercado), tiene un denominador común en cuando a la escalabilidad de la solvencia. Cualquier usuario de HTC normalmente repite. Se trata de terminales que, de alguna forma, vinculan la facilidad de uso, la utilidad, la cercanía con el entorno Microsoft. La sencillez, la iconografía, el lenguaje... es muy parecido al del ordenador y, por tanto, es muy probable que un usuario de HTC se mantenga fiel a la marca.

TyC - Aunque el camino ha sido largo, la revista Business Week designó HTC como la segunda mejor compañía tecnológica de Asia en 2007 y le dio el puesto número tres en su listado mundial de 2006. ¿Cuál es el hecho diferencial, por qué HTC tan rápido y otros nunca han llegado?

PA - Yo apuntaría tres hechos diferenciales. El primero, un largo recorrido, lo cual redunda en una estabilidad del producto; el segundo es la innovación, ya que tenemos como premisa intentar innovar, a partir de una base estándar, de una plataforma como Windows Mobile y un chipset de Qualcomm, intentar aportar algo diferenciador que enriquezca la experiencia de uso de los clientes. Y el tercero, teniendo en cuenta que la primera y la segunda capa son estándar, un hecho diferencial que reside en la interfaz de usuario. La primera experiencia a este respecto fue con el Touch Flow, el pasado mes de junio, y ahora con el Touch Diamond.

TyC - Otro acierto fue buscar el mercado profesional. Un ‘target’ por el que, en exclusiva, sólo se había preocupado Blackberry ¿no?

PA - Hay una palabra que lo define: productividad. Pero se pueden utilizar dos términos: productividad y movilidad. Es decir, el ámbito profesional cada vez está más asociado a la capacidad de mantener tu productividad profesional, independientemente del lugar en el que te encuentres. Quizá por eso, esos dos sustantivos definen nuestro posicionamiento, que es intentar dotar a nuestros clientes de las mismas herramientas que tiene cualquier persona en su ámbito profesional, pero en su bolsillo (Excel, Power Point, Internet, correo electrónico...)

TyC - Eso ya lo intentaron otros...

PA - Entonces volvemos a los dos pilares que antes mencionábamos y añadimos uno más, la respuesta del mercado, la opinión del usuario. Para nosotros la opinión del usuario es fundamental e intentamos reflejarla en el diseño, un diseño amigable. Por tanto, no nos sirve ya que el terminal sea tecnológicamente avanzado, tampoco que la marca transmita sensación de solvencia y fiabilidad, sino que, además, necesitamos que el diseño sea un elemento imprescindible en la decisión de compra. Todo eso aglutinado da como resultado un dispositivo que da respuesta cada vez a más público, no sólo al profesional, que busca un terminal altamente enfocado a la productividad.

TyC - El último paso a efectos de velocidad de crecimiento, en nuestro país, ha sido abrir una sede y crear un equipo, que usted dirige, en España. ¿Cuál ha sido su impresión, su experiencia, en estos pocos meses?

PA - La palabra que define este proyecto es ilusión. A partir de una perspectiva de humildad, ya que somos conscientes de la posición que ocupamos en el mercado, pretendemos anteponer a esa humildad la ilusión que tenemos por aportar algo diferente. Y esto es lo que nos empuja a dotar al equipo de suficientes recursos para gestionar, con la dedicación necesaria, cada una de las diferentes áreas del negocio.
Eso es lo que justifica el crecimiento exponencial en términos de recursos dedicados en los últimos seis meses: ilusión e intención de consolidar un modelo de negocio, como decíamos, a medio-largo plazo.

TyC - Déjeme recordar: 7070, 8080, la 2020, que fue la popular PDA a la que cada operador puso un nombre. La revolución llegó con el Startrek y con los TiTN nos dimos cuenta de que las cosas iban muy en serio. Ahora, HTC es un diamante ¿aún en bruto o pulido?

PA - Yo creo que todos los equipos que ha sacado al mercado HTC en el momento de su lanzamiento son diamantes pulidos; lo que no significa que no hayamos encontrado ahora un diamante más bello precisamente por nuestro compromiso con la innovación que tiene HTC. Nunca nos vamos a dar por satisfechos, siempre vamos a intentar mejorar lo presente. De cada terminal que sale al mercado tenemos la certeza de que tiene un grado de exigencia muy elevado y que, tecnológicamente hablando, si no es el más avanzado, sí forma parte del segmento pionero en su clase.

TyC - La prensa internacional lo presenta como la competencia más directa de los terminales más deseados en este momento. ¿Qué opina usted? ¿Qué aporta de nuevo? ¿Se enfoca más al mercado particular?

PA - Lo que ocurre es que el mercado está demandando una unificación. La convergencia digital hoy es algo tangible. Aglutinas en un solo dispositivo el correo, Internet, conectividad, cámara aceptable, capacidad de almacenamiento, resolución de pantalla, GPS, música, etc. HTC intenta optimizar la vida digital; reunir portátil, teléfono, cámara, navegador, reproductor, etc. en una unidad; pero también hay que tener en cuenta el elemento social y eso lo determina el diseño. Nosotros siempre tenemos en cuenta lo que ocurre en el punto de venta.

TyC - ¿Hasta donde llega el compromiso de HTC con Microsoft? Se asegura que son ustedes uno de los cinco fabricantes que prepara un Gphone…

PA - En el pasado Mobile World Congress HTC hizo unas declaraciones en las que dábamos a conocer nuestra participación en dicho proyecto.
Hacen falta plataformas abiertas sobre las que se pueda interactuar. Esta es la razón de ser del nacimiento de un proyecto como Android. Pero, en cualquier caso, ahora mismo está germinando aunque nos comprometimos a lanzar el primer modelo antes de fin de año. El 'hard core' está finalizado; falta la parte más complicada, el contenido.
Hasta aquí podemos leer. Parte de nuestra ingeniería está trabajando en el proyecto; pero nuestro foco y nuestra estrategia de negocio sigue estando con Microsoft. Ellos son nuestro golden partner.

TyC - ¿Sabía usted que los diputados españoles llevan el HTC Touch Dual?

PA - Claro que lo sabemos. Como fabricantes hemos tenido que participar en la elaboración del proyecto; ha habido que adaptar los terminales a unas necesidades específicas (lleva algunas aplicaciones a medida) y estamos encantados. Con éste y con otros retos de ámbito institucional.
Se unen tres premisas: un cliente de altísimo valor, un fabricante flexible con un especial interés en posicionarse y un operador que también quiere dar su mejor servicio a su cliente.
Estamos en entornos muy variopintos, desde el recuento electoral hasta los controladores de la hora o los operarios de calderas.

TyC - Y ahora que está tan de moda imponer la presencia de la mujer, crear ministerios de igualdad, etc. ¿Le podemos explicar a la gente quién es Cher Wang, por cierto casada y madre de dos hijos…

PA - Posiblemente esta señora sea la responsable de que HTC exista. Fue la líder de aquella iniciativa de crear una empresa tecnológica en lo que en aquel momento se definió como la vanguardia, la visión de lo que ocurriría en los diez, quince años siguientes, la seguridad de que el mundo tecnológico pasaría por un dispositivo móvil con sistema operativo.
Es accionista mayoritaria del holding al que pertenece HTC y se apoya mucho, en nuestro presidente Peter Chow.