La carrera electoral a la presidencia de EEUU siempre deja mucha información pero la disputa entre Hillary Clinton y Donald Trump está llegando a cotas inesperadas. El FBI ha confirmado que hackers de influencia rusa han intentado alterar las bases de datos de votantes en los estados de Arizona e Illinois.
Esta noticia influye directamente en la campaña electoral ya que desde el partido Demócrata se acusa a Trump de ser amigo de Vladimir Putin. Así que estas acciones ponen en entredicho al candidato republicano.
Según afirma el FBI, los hackers han intentado acceder al registro de votantes y su base de datos, aunque no han tenido éxito en su intento. “La amenaza de intento de hackeo del sistema electoral es creíble y significativa, un ocho en la escala del uno al diez”, afirma el funcionario Matt Roberts.
Esta noticia salta semanas después de otra filtación de unos mails del partido Demócrata en los que se demostraba una falta de neutralidad en el partido político para decantarse en favor de Hillary Clinton y en contra de Bernie Sanders en las primarias. Esta filtración se publicó en Wikileaks pero se consiguió a través del hackeo de cibercriminales rusos.
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