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miércoles 09 de octubre de 2019, 09:00h

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El gobierno de Estados Unidos aumentó su lista negra de comercio para añadir a las principales startups de Inteligencia Artificial (IA) de china, castigando a Pekín por su trato a las minorías musulmanas y aumentando así las tensiones antes de las conversaciones comerciales de alto nivel que tendrán lugar en Washington esta semana.

La decisión, que fue objeto de una severa censura por parte de Pekín, se dirige a 20 oficinas de seguridad pública chinas y ocho empresas, entre ellas la empresa de videovigilancia Hikvision, así como a los líderes de la tecnología de reconocimiento facial SenseTime Group Lltd y Megvii Technology Ltd.

Como consecuencia, se impedirá que las empresas compren productos de empresas estadounidenses sin la aprobación del gobierno de EE.UU., lo que constituye una medida potencialmente perjudicial para algunas de ellas. Sigue el mismo plan empleado por Washington en su intento de limitar la influencia de Huawei Technologies Co Ltd por razones de seguridad nacional.

Se impedirá que las empresas compren productos de empresas estadounidenses sin la aprobación del gobierno de EE.UU.

Por su parte, los funcionarios estadounidenses dijeron que esta decisión no está ligada a la reanudación de las conversaciones comerciales con China esta semana. Asimismo, las dos economías tratan de poner fin a su guerra comercial de 15 meses.

El Departamento de Comercio señaló que “las entidades han estado implicadas en violaciones de derechos humanos y abusos en la implementación de la campaña de represión de China, detenciones arbitrarias masivas y vigilancia de alta tecnología contra uigures, kazakos y otros miembros de grupos minoritarios musulmanes”. Wilbur Ross, secretario de Comercio, expresó que “el gobierno de EE.UU. y el Departamento de Comercio no pueden tolerar ni tolerarán la supresión de las minorías étnicas en China”.

Empresas chinas que se verán afectadas

China respondió que “Estados Unidos debería dejar de interferir en sus asuntos”. Las empresas afectadas como Hikvision, tiene un valor de mercado de unos 42.000 millones de dólares y es conocida como el mayor fabricante de equipos de videovigilancia del mundo.

Le sigue SenseTime, valorada en unos 4.500 millones de dólares en una recaudación de fondos en mayo de 2018, es una de las más valiosas en Inteligencia Artificial. Por otra parte, Megvii, respaldado por el gigante del comercio electrónico Alibaba, está valorado en unos 4.000 millones de dólares y está preparando una oferta pública para recaudar al menos 500 millones de dólares en Hong Kong.

Las otras empresas incluidas en la lista son la empresa de reconocimiento de voz iFlytek Co, el fabricante de equipos de vigilancia Zhejiang Dahua Technology, la empresa de recuperación de datos Xiamen Meiya Pico Information Co, la empresa de reconocimiento facial Yity Technology y Yixin Science and Technology Co.

Hikvision “se opone firmemente” a la decisión

Un portavoz de Hikvision de Estados Unidos dijo que la empresa “se opone firmemente” a la decisión y señaló que en enero contrató a un experto en derechos humanos y ex embajador de Estados Unidos para que asesorara a la empresa sobre el cumplimiento de los derechos humanos.

John Honovich, fundador de la compañía de investigación de video vigilancia IPVM, apuntó que Hikvision y Dahua utilizan Intel Corp, Nvidia Corp, Ambarella Inc, Western Digital y Seagate Technology como proveedores, y que el impacto en las empresas chinas sería “devastador”. Tanto SenseTime como Megvii mostraron su decepción ante la decisión por parte de Estados Unidos así como su oposición firme a ser incluidos en la lista negra.

IFlytek dijo que no afectará a sus operaciones diarias

IFlytek dijo que su inclusión en la blacklist no afectaría a sus operaciones diarias, mientras que Xiamen Meiya dijo que sus ingresos en el extranjero eran inferiores al 1% de los ingresos totales y que la mayoría de sus proveedores eran empresas nacionales.

IFlytek cayó un 2,7% y Xiamen Meiya perdió un 1,8% el martes, ya que los inversores tuvieron en cuenta su limitada exposición a los mercados extranjeros y el potencial de la acción de EE.UU. para acelerar la reestructuración, dijeron los analistas.

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