El programa permite reproducir en 3D piezas y herramientas de cualquier mecanismo, especialmente motores, con los que se puede interactuar para montar y desmontar, saber la forma correcta en que se debe hacer, con qué equipo hay que hacerlo, en qué dirección y con qué fuerza o precisión. Una acción correcta supone que la pieza se ponga verde, una incorrecta despierta el correspondiente chivato.
Ahora 3DCanic debe ir a ronda de inversión y buscar el apoyo de un ‘business angel’
Virtualizar los estudios de mecánica
El escenario es un taller real en el que las piezas se disponen encima de la superficie de trabajo, las herramientas en un desplegable y, en vista 360 º, mediante teclado y ratón, casi como un juego, se puede empezar a interactuar con unas y con otras. En la demo que hoy muestran se monta y se desmonta con facilidad un pistón.
Nacidos para jugar con su entorno, para alternar entre la vida real y virtual, estos tres jóvenes comprendieron pronto el concepto de ‘gamificación’ de la educación y se pusieron manos a la obra. ¡Para que esperar a que lo hagan otros -afirman-; ahora mismo no tenemos competencia, es una labor ardua, pero a nosotros nos gusta!
El equipo
Alvaro Cavestany, el especialista en entornos 3D, comenta: “Yo estoy muy agradecido al equipo de Talentum por haber creído en mi idea y animarme a presentarla. El salto de fase en fase me parecía casi irreal; cada correo en tono positivo aumentaba la ilusión; luego el contacto directo con el mentor; la acogida con la que recibieron mis compañeros la propuesta y trabajar en el entorno de Open Future -junto a la gente de Wayra- ha sido casi increíble”
Carlos Gorriz había finalizado sus estudios de informática, estaba en fase de plantearse el futuro y no dudó cuando le preguntaron si se uniría al equipo. “Aquí se trabaja en un ambiente excepcional, hemos aprendido lo que significa co-working, nos ayudamos unos a otros, la capacidad de las personas que han llegado hasta aquí resulta sorprendente y nos enorgullece estar entre ellos”.
Carlos Madrid, por su parte, estudia mecánica, esfuerzo doble porque compatibiliza trabajo y estudios, pero consideró que podía poner sus conocimientos al servicio de otros que, como él, se ven en la tesitura de tener que aprender sobre papel algo que requiere práctica y que cuando ésta llega, sólo se encuentran con motores manidos, rotos o anticuados que se utilizan curso tras curso. “Tenemos un amigo que estudia aviónica y le comentó a Alvaro que se tenía que marchar a Barcelona a realizar una certificación porque en Madrid no tenían motores y entonces Alvaro, empezó a darle vueltas, lo comentó en Talentum y aquí estamos.
3DCanic necesita un inversor
Guiados por la pasión, entre días mejores y peores, con una alta dosis de autoaprendizaje, han llegado al final de lo que Telefónica denomina proyectos ‘short track’ y que reúne a jóvenes que tienen tres meses para materializar una primera fase de una idea. Ahora 3DCanic debe ir a ronda de inversión y buscar el apoyo de un ‘busine angel’, de inversores que quieran dar vida a su proyecto (fabricantes, centros educativos, instituciones, aceleradoras, etc.) con la seguridad de que supondrá un buen negocio para quien lo ‘empuje’.
Si se les pregunta por qué, lo explican con contundencia: en el caso de los fabricantes de automoción, un programa así facilita el reciclaje continuo de su personal; además, lo pueden compartir con los talleres oficiales para explicar a su cadena post-venta las novedades que se introducen en cada modelo y cómo deben trabajar con ellas. Además, queda como documento de consulta e incluso, con todas las novedades que se incluyen en los coches de última generación, nuestro departamento podría resolver gráficamente cualquiera duda que surja en cualquier parte del mundo y que se deba explicar desde la central.
Para los centros de enseñanza supondría efectividad en las explicaciones, calidad y modernidad en la enseñanza y, en consecuencia, prestigio e ingresos. Un acuerdo con las marcas llevaría a sus alumnos directamente a las empresas. Saldrían especializados. Hay plataformas digitales, como Telefónica Educación, que podrían ponerla a disposición del mundo entero por suscripción. Sus aplicaciones son casi infinitas.
"En Open Future estás en contacto con otras start ups y personas que te ayudan y te guían. Al principio sólo teníamos una idea y aquí nos hemos nutrido de un auténtico hub de conocimiento”.
Del 3D a la realidad virtual
Así mismo, no sólo sirve para cualquier tipo de mecanismo, desde un bolígrafo a un avión, pasando por coches, drones, electrodomésticos, etc., sino que en una segunda fase es fácil llevar el software al mundo de la realidad aumentada y la realidad virtual, con lo cual la interacción sería, prácticamente, real.
Los tres de 3DCanic trabajan en el edificio de Telefónica en Gran Vía, en la octava planta, en el centro de aceleración de Wayra, donde están ‘acogidos’, “Este es otro mundo -afirman- hay muy buen ambiente, puedes trabajar con todo el mundo, hay formación, estás en contacto con otras empresas y personas que te ayudan y te guían. Al principio sólo teníamos una idea y aquí nos hemos nutrido de un auténtico hub de conocimiento”.
Ahora sólo es cuestión de que el apoyo al talento del que tanto se presume en medios y conferencias se haga realidad, porque no todas las ideas surgen en un garaje de Palo Alto donde todo lo que se siembra da fruto; España es tierra árida, pero una potencia en talento y huerta fértil si sabe trabajar.
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