Como hay que empezar o por lo bueno o por lo malo, hemos preferido arrancar con los defectos para luego apreciar a fondo sus virtudes; y es que el diseño del HTC U11 se podría calificar como acertado, a secas; ya que monta una parte trasera de plástico reflectante que hará las delicias de aquellos a los que les encante ver su smartphone completamente lleno de huellas. El efecto reflectante, per se, es muy bonito; pero al tener efecto de ‘receptor digital’ muy pocas veces se ve brillar. Parece que nunca se va a acabar con este problema en los móviles, salvo que optemos por enfundarlos.
Los botones -de plástico también- se encuentran todos en el canto derecho, y les falta robustez, da la impresión de que se fueran a dañar tras unos meses de uso. El botón de encendido y bloqueo posee una textura rallada, para diferenciarlo de los de volumen. Es algo habitual, pero se podría haber solucionado más fácilmente usando el canto izquierdo para alojar el control de volumen.
El frontal del teléfono es algo desconcertante, parece venir directamente del año 2014; HTC, en vez de seguir la tendencia del mercado de reducir los bordes a la mínima expresión y aumentar, así, la ratio de pantalla es baja y nos obsequia con un borde inferior que realmente se ve gigantesco y algo ‘viejuno’. En la trasera se encuentra la cámara, el logo de HTC y el que certifica que se trata de un terminal con Android One. En el canto inferior encontramos el puerto USB tipo C y no el jack para auriculares porque la marca ha decidido eliminarlo.
Sonido sobresaliente
Como decíamos no es un mal diseño porque es elegante, pero no se han tomado las mejores decisiones en cuanto a materiales y ergonomía. Por lo que respecta a la decisión -siempre polémica- de eliminar el jack para auriculares ésta tiene un punto positivo a su favor y es que HTC ha incluido en la caja unos excelentes auriculares con entrada USB C; los cuales aparte de tener un sonido de calidad, aprovechan la tecnología que aporta el puerto tipo C para incluir cancelación de ruido y perfiles de sonido personalizados. Sin duda un gran añadido que de alguna forma intenta compensar la falta de la entrada de Jack 3,5mm. Eso sí, olvídate de escuchar música y cargar tu terminal a la vez.
El HTC U11 Life monta una pantalla de 5,2 pulgadas Full HD, la cual es un importante punto positivo. Se ve muy bien incluso con la luz del sol incidiendo directamente sobre la misma. Los colores son correctos, ni muy planos ni muy saturados. En cuanto a su rendimiento, el teléfono cuenta con una gran baza: que corre bajo una versión sin modificar de Android 8.0 Oreo al ser un terminal AndroidOne. Esto le proporciona una gran fluidez. No vemos aparecer lag en casi ningún momento, pero sí que hay que citar que en ciertas-muy pocas- ocasiones el teléfono se queda con la pantalla “congelada” un par de segundos, pero en cuanto se recupera vuelve a su velocidad normal como si realmente nada hubiese ocurrido.
HTC Edge Sense
Una característica que es propia de HTC es el ´Edge Sense´, función que consiste en que si aprietas con determinada fuerza los cantos izquierdo y derecho a la vez se abre una aplicación. Puedes configurar la aplicación que quieras abrir, que por defecto es el Google Assistant, para poner, por ejemplo, la cámara. Asimismo, puedes fijar la fuerza con la que aprietas los bordes necesaria para abrir la aplicación para, de esta forma, evitar activarla de forma intencional.
La cámara no destaca demasiado pero tampoco se puede decir que sea mala de ninguna forma. Sus 16 megapixeles capturan fotos bastante decentes con buena luz y decentes a secas cuando está baja. La cámara de selfies cuenta con los mismos megapíxeles que la trasera y sus resultados son similares, aunque en interiores se pierde un poco de nitidez.
En definitiva, el HTC U11 life no es un mal terminal; en rango de precio, 400 euros, para la versión de 3 GB de RAM y 32 de almacenamiento interno, tiene mucha competencia. De hecho, por un precio inferior y también con Android One compite con el Xiaomi Mi A1.
Si (
No(
