“Como resultado de la orden de denegación, las principales actividades operativas de la compañía han cesado”, dijo ZTE en unos documentos vistos por Reuters. “De momento, la compañía mantiene suficiente efectivo y se adhiere estrictamente a sus obligaciones comerciales sujetas a las leyes y regulaciones”, añadió.
“Como resultado de la orden de denegación, las principales actividades operativas de la compañía han cesado”
Este ha sido el resultado de la sanción impuesta a mediados de abril por el Departamento de Comercio, que prohíbe a todas las compañías estadounidenses vender sus componentes a ZTE durante los próximos 7 años.
Como uno de los mayores fabricantes de telecomunicaciones, ZTE depende de compañías americanas como Qualcomm e Intel para hasta un tercio de sus componentes. E independientemente de contar con el apoyo de algunos actores no estadounidenses como la compañía de semiconductores taiwanesa Mediatek, ZTE ya advirtió del impacto que podría tener esta prohibición sobre la permanencia de la compañía.
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En busca del diálogo
ZTE dijo que se comunicaba activamente con el gobierno de los EE.UU "para facilitar la modificación o revocación de la orden de denegación por parte del gobierno de EE.UU y forjar un resultado positivo en el desarrollo de los asuntos". Asimismo, mencionó que había presentado una solicitud al Departamento de Comercio para la suspensión de la prohibición.
El gobierno Chino también ha planteado el asunto de ZTE a la delegación de comercio de Estados Unidos durante su visita a China, pero las tensiones entre ambos gobiernos se mantienen latentes como resultado de la sanción.
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