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Por Alfonso de Castañeda
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viernes 21 de junio de 2019, 09:00h

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Check Point ha presentado Malware DNA, un nuevo motor basado en Inteligencia Artificial integrado en Sandblast Network que ayuda a las empresas a optimizar su estrategia de protección de datos.

La firma israelí de ciberseguridad permite reconocer el ADN del malware, al igual que con una gota de sangre. “Las líneas de código del malware dan información básica de las ciberamenazas”, explican.

Los ciberdelincuentes reutilizan código de antiguos malwares para ahorrar tiempo y recursos y mejorar sus técnicas de ataque, a la vez que buscan evitar ser detectados y aumentar la eficiencia de sus ataques.

Alimentando la base de datos de malware

Ante esta realidad, Malware DNA clasifica las nuevas formas de malware en familias de malware conocidas, creando la base de datos que permite comprender los componentes básicos de las ciberamenazas, para lo que escanea buscando similitudes de código y comportamiento.

Este proceso de aprendizaje automático se combina con millones de muestras de malware detectadas por los sensores que la compañía tiene desplegados por el mundo para detectar, crear inteligencia y correlacionar las familias de malware de manera eficiente y precisa.

"Con Malware DNA, todas las empresas pueden reforzar su estrategia de seguridad y optimizar sus técnicas de prevención y detección"

“Desde Check Point siempre transmitimos el mensaje de que la prevención es la mejor estrategia de ciberseguridad que las empresas puede tomar”, destaca Eusebio Nieva, director técnico de Check Point para España y Portugal. “Con Malware DNA, todas las empresas pueden reforzar su estrategia de seguridad y optimizar sus técnicas de prevención y detección, a la vez que, al usar inteligencia artificial, reducen el tiempo de respuesta para prevenir amenazas”, concluye Nieva.

Esta novedosa solución es importante puesto que la posibilidad de clasificar amenazas dentro de una familia de malware permite visibilizar los riegos a los que se enfrenta realmente una empresa. Además, al rastrear el origen de la amenaza, los expertos en ciberseguridad pueden idear rápidamente estrategias para solucionarlo, así como elaborar un perfil con datos como el tipo específico de amenazas, repercusiones y daños que plantea, etc.

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