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Por David Fdez Crespo
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viernes 27 de marzo de 2020, 22:59h

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Un nuevo análisis realizado por Juniper Research ha descubierto que la crisis del coronavirus podría causar una deficiencia de ingresos de 42 mil millones de dólares en los próximos nueve meses para los proveedores de aparatos inteligentes. El estudio se ha basado en la examinación de varios modelos de smartphones, tablets o wereables inteligentes.

La crisis del coronavirus ha tenido un gran impacto en la economía de todo el mundo y de todos los sectores, en especial, aquellos que tienen un gran volumen de ventas y envíos. La tecnología no ha sido una excepción: desde la cancelación del MWC de Barcelona debido a las primeras expectativas sobre la actual pandemia, el panorama tecnológico ha visto un declive en su volumen de ventas, producción e incluso presentación y lanzamiento de productos.

Un análisis realizado por Jupiter Research, un grupo que tiene como campo la investigación y los servicios analíticos a empresas de los sectores de la comunicación y de alta tecnología, ha revelado que, en un escenario de impacto denominado como “alto”, la previsión de reducción de producción sería de más de 80 millones de productos menos en los próximos nueve meses.

Existen diversos factores que podrían alterar las ratios de producción del sector tecnológico, principalmente el retraso en la entrega de componentes tales como baterías o procesadores. Las grandes empresas tecnológicas, como Apple, Samsung, Amazon, Xiaomi o Huawei, deben asegurarse de que no existan fallos en sus cadenas de fabricación y distribución para asegurarse que la demanda para sus servicios y productos se ve cumplida.

Dispositivos afectados por la crisis del coronavirus

Es lo más probable que los teléfonos móviles sean el principal protagonista de estas pérdidas multimillonarias. En las predicciones que Juniper Research ha publicado, los smartphones supondrían el 85% de las pérdidas que ocasionarían las entregas no realizadas, aunque no son los únicos productos en apuros.

La enfermedad del COVID-19 no solo ha afectado a los productos ya en circulación, sino a aquellos que están en desarrollo o incluso listos para ser lanzados, tales como las nuevas consolas que se publicarán a finales de año, la PlayStation 5 y la Xbox Series X. Estos productos son un ejemplo de cómo las empresas tendrán problemas en las ventas fijadas cuando la crisis acabe.

En el caso de las consolas, la cancelación de eventos como el E3 no ha hecho sino empeorar la gravedad de la situación. Sony ha sido criticada por la opinión pública por una presentación pobre, y ya se especula que la novena generación de videoconsolas no llegará antes de 2021 al mercado.

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