¡No a los cortes! La voz, ese bien necesario

Muchos se lo adjudicaron a la posición de la antena, pero ésta no era la única razón. Algunos móviles, especialmente los americanos, tienen un problema difícil de explicar de forma divulgativa pero real como la vida misma.
Basada en la tecnología GSM, la telefonía móvil en Europa ha escalado sus sistemas de forma que cualquier avance debe ser compatible con las arquitecturas y los terminales ya existentes. Así, llevemos el teléfono que llevemos y vayamos por donde vayamos, el salto de una antena a otra (handover) cuando vamos en movimiento debe resultar transparente al usuario, ajeno a la frecuencia, tecnología o generación de telefonía celular a la que está conectado en cada momento.
Los continuos cortes de comunicación que registran los mencionados teléfonos, lejos de ser culpa del operador, tienen lugar porque ese salto no se realiza correctamente y, si vale como justificación a lo inaceptable, pueden ocurrir porque en Estados Unidos la fragmentación, la evolución y los sistemas celulares utilizados difieren mucho de las exigencias y la calidad histórica del viejo continente en esta materia, aunque finalmente nos hayamos plegado a la moda pasando por alto los requisitos (entre otros de pruebas sobre la red) que se habían pedido históricamente a los fabricantes tradicionales.
El problema, que podría parecer menor, no sólo repercute en las facturas por la repetición obligada de la llamada y el coste de establecimiento (qué decir si estamos en roaming) sino en la imagen, la profesionalidad y la continuidad en una conversación, discusión, negociación, acuerdo, decisión u orden que se de, reciba o realice a través de la línea telefónica.

La fuerza de la voz
En este nuevo contexto, con las nuevas formas de trabajo y teletrabajo, de vida activa o vida conectada, con los nuevos sistema de multillamada o videoconferencia, la fuerza de la voz se está convirtiendo en uno de los activos profesionales de mayor valor; lo que decimos, la manera en que lo decimos y la certeza de que se nos entienda perfectamente tiene más importancia que nunca. De hecho, no sólo los terminales (teléfonos, smartphones, tablets, etc.) sino también los accesorios como cascos, auriculares, manos libres, etc. están adquiriendo cada vez mayor protagonismo. La calidad de los mismos resulta en muchos casos determinante.
En este sentido, empresas como Plantronics, Sennheiser, Jabra… u operadores de VoIP como Skype han realizado estudios de máximo interés que los ayudan a desarrollar sus productos y concluyen que cuando se mantiene una conversación telefónica profesional, el lenguaje corporal se reemplaza por el tono de voz, en el cual recae el 87% de la eficacia de la comunicación, frente al escaso 13% que corresponde a las palabras efectivamente utilizadas. Así que el tono de voz, junto con el ritmo, las pausas, el volumen y el timbre pueden influir en el resultado final; ajustándolos adecuadamente, los profesionales pueden ser más convincentes y eficaces en sus conversaciones telefónicas. Resulta curioso saber que hay centros donde se imparten cursos de modulación y técnicas de conversación para perfeccionar este aspecto entre los ejecutivos.
Pero, si todo ello es importante, la elección de un buen teléfono móvil o portátil, del manos libres del coche o de un auricular Bluetooth adecuado resulta determinante. Dice un viejo refrán que no todo lo que reluce es oro y a la hora de elegir nuestras herramientas de trabajo no sólo la imagen es definitiva, también lo es la efectividad. Está demostrado que hoy calidad puede ser sinónimo de rendimiento.