La Ley Europea de Chips se hará realidad tras cumplir los trámites

Este recurso legal servirá para implementar una nueva técnica de integración de componentes ópticos en diseños de fabricación de chips que ya se encuentran disponibles en la actualidad integrando nuevas modificaciones que hagan uso de tecnologías de transistores más modernas.

Ley Europea de Chips

Finalmente se han reunido los veintisiete y han dado su visto bueno de forma definitiva a la que ya es la nueva Ley Europea de Chips. Una nueva norma con la que el bloque occidental tiene la intención de movilizar hasta 43.000 millones de euros de inversión local y extranjera, tratando de doblar el peso de la Unión Europea en términos de producción mundial de chips y semiconductores, logrando sobrepasar el 20% del mercado internacional.

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De cara a las propuestas y el horizonte que marca el año 2030, la Unión Europea busca romper con la dependencia que tiene actualmente con respecto a otras potencias a nivel mundial como es el caso de China, generando una nueva normativa comunitaria que se apoya de forma directa en tres pilares divididos en el desarrollo de los medios tecnológicos a gran escala, un nuevo marco que garantiza la seguridad de suministro de chips y la resiliencia que atrae inversión y, finalmente, un nuevo mecanismo de seguimiento y respuesta a las crisis con el que se busca anticiparse a la escasez actual, ofreciendo alternativas a las emergencias.

En este nuevo escenario y con los 43.000 millones de euros que se pretenden lograr gracias a esta iniciativa en inversiones tanto públicas como privadas, en torno a 3.000 millones de euros estarán destinados de forma directa a las arcas comunitarias de la región, por lo que crecerá el poder económico de la Unión Europea.

‘Empresa común de chips’

Con la llegada de forma definitiva de esta nueva ley de semiconductores, la Unión Europea pretende establecer una nueva ‘Empresa Común de Chips’, con la que será posible canalizar las acciones de la región y seleccionar nuevos centros de excelencia mientras que se amplía el ámbito de aplicación de otras instalaciones pioneras con el objetivo de concluir en esta misma categoría a aquellas empresas y plantas de producción de chips capaces de construir la maquinaria necesaria para la fabricación de semiconductores.

Este tipo de nuevas instalaciones, formarán parte de la aún mayor ‘Empresa Común de Chips’ y tendrán como objetivo principal afianzar la seguridad de suministro del mercado interior, beneficiándose en todo caso de los procedimientos de concesión de autorizaciones más ágiles. Por su parte, los centros que mejoren sus recursos con diseños innovadores, recibirán el sello europeo de "centro de diseño de excelencia", y obtendrán medidas de apoyo para fomentar sus propuestas innovadoras.