Esta caída en las ventas llega provocada en gran medida por un descenso considerable en las ventas del segmento de redes que se deja un 16%, que no se ha podido compensar con la subida de las ventas de software y servicios empresariales y en la nube.
De este modo, los resultados de Ericsson reportan unas pérdidas de 30.500 millones de coronas suecas (unos 2.646 millones de euros), lo que supone un duro revés frente a los 5.400 millones de coronas (unos 468 millones de euros) de beneficios registrados en el mismo periodo del año anterior.
Estas cifras se han visto duramente afectadas por la caída de las ventas en la región de Norteamérica que caen en picado hasta un 60% interanual respecto al tercer trimestre, que fue de récord, registrado en 2022, y a una frenada en los despliegues. Esta caída se ha visto compensada parcialmente por el crecimiento en India y por la reanudación de las inversiones en algunos de los primeros mercados 5G.
“La incertidumbre macroeconómica persistirá hasta 2024, lo que afecta a la capacidad de inversión de nuestros clientes”
El CEO de Ericsson, Börje Ekholme, asegura que los resultados están en línea con sus previsiones y que calculan que “la incertidumbre macroeconómica persista hasta 2024, lo que afecta a la capacidad de inversión de nuestros clientes”, por ello “estamos afrontando estos retos centrándonos en elementos que están bajo nuestro control, como la gestión de costes y la eficiencia operativa”.
En este sentido, el directivo señala que Ericsson se encuentra en “un viaje” para “reposicionar fundamentalmente nuestro negocio” y continuar “ejecutando nuestra estrategia para ampliar nuestro liderazgo en redes móviles, hacer crecer nuestro negocio empresarial e impulsar una transformación cultural duradera”.
Se derrumba el valor de Vonage
Junto a la caída en las ventas, Ericsson incluye en estos resultados un importante deterioro del valor de Vonage, la firma estadounidense adquirida hace solo dos años y que ha golpeado duramente a la capitalización bursátil de esta entidad. Concretamente, la firma sueca reporta una caída de 32.000 millones de coronas suecas (unos 2.777 millones de euros). A pesar de ello, la compañía confía en el potencial de su adquisición y de esta entidad y sus soluciones para la expansión del negocio Enterprise.
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