Estas cifras llegan principalmente por la pérdida de valor de Vonage, compañía que Ericsson compró en el año 2021, así como por la reducción de los ingresos y por los cargos relativos a la reestructuración de la empresa, en la que se incluyen importantes despidos.
Con ello, la pérdida neta de explotación (EBIT) se sitúa en 20.300 millones de coronas suecas (-1.783 millones de euros), frente a las ganancias de 27.000 millones de coronas (2.371 millones de euros) del año anterior.
Caen las ventas
Asimismo, las ventas netas alcanzan los 263.400 millones de coronas (23.130 millones de euros), lo que supone una caída destacada del 10% interanual. En este sentido, el CEO de Ericsson, Börje Ekholm, ha puesto el foco en la situación de “gran debilidad” que atraviesa el mercado de redes de telefonía móvil, advirtiendo que continuará este año fuera de China. También ha avisado de la necesidad de imponer una “disciplina de costes” en su compañía.
En este sentido, desde Ericsson apuntan a que 2024 será un año complicado para los proveedores de equipos de telecomunicaciones por la ralentización de las ventas de equipos 5G en América del Norte y una posible desaceleración de India, el mercado que más está creciendo.
Nuevo director financiero
Por otro lado, Ericsson ha anunciado el nombramiento de Lars Sandström como nuevo director financiero de Ericsson, sustituyendo en el cargo a Carl Mellander, que abandonó la compañía en abril de 2023. Asumirá su cargo el próximo 1 de abril.
Hasta ahora, Sandström era director financiero y miembro de la ejecutiva de Gatinge, un especialista de tecnología médica que cotiza en bolsa. Antes de eso ha ocupado diferentes posiciones de responsabilidad en Volvo, Scania y Swedish Orphan Biovitrum.