La operación permitirá al fondo adquirir el 70% de la red fija de TIM, mientras que el ministerio de Economía italiano comprará el 20% y el restante 10% quedará en manos del fondo de infraestructuras italiano F2i.
Pese a las tensiones vividas durante todo el proceso con Vivendi, el principal accionistas de la teleco (posee el 24% de las acciones), la operación ha logrado casi todos los vistos buenos necesarios. Esta misma semana, el Gobierno de Italia ha dado el visto bueno a la operación, condición necesaria por la legislación vigente Golden Power, conservando las salvaguardias esenciales y garantizándose un papel como supervisor estatal de todos los aspectos relativos a la seguridad, defensa y carácter estratégico de la red y sus activos.
KKR que tiene que notificar la operación al regulador europeo de competencia y a la autoridad italiana
Tras la aprobación por parte del Ejecutivo italiano, TIM tiene ahora que notificar a la Autoridad para la garantía en las comunicaciones italiana (Agcom) de la venta de la red fija, regulador que debería previsiblemente dar el visto bueno y con la que se espera que TIM gane cierta ventaja en materia de competencia.
El siguiente paso en la agenda de la operación llegará a finales de mes por parte de KKR que tiene que notificar la operación al regulador europeo de competencia que tendrá que dar su visto bueno para que se pueda llevar a cabo la compraventa.
Todos estos procesos, así como la reestructuración del accionariado de la propia TIM, tendrá que estará cerrado para el próximo 30 de junio, fecha en la que se espera que se cierre el proceso y con los que la teleco italiana ingresará 22.000 millones de euros, y reducirá su masa salarial en unos 20.000 empleados.
La nueva empresa de red fija, NetCo, nacerá como un gigante de las telecomunicaciones con una facturación proforma de 13.500 millones de euros, un EBITDA de 3.200 millones de euros y con una deuda de 6.400 millones de euros.
Falta Sparkle
Una vez cerrada la operación de la red de banda ancha, TIM tiene aún por delante pendiente resolver el destino de Sparkle, la filial de infraestructuras de cables submarinos, que se espera que se reactive a finales de mes.
Esta unidad explota una red de 600.000 kilómetros de cables submarinos de fibra, conectando Europa, el Mediterráneo y América y que está valorada en unos 1.000 millones de euros.
En este proceso, la misma KKR ha mostrado su interés en hacerse con Sparkle con una oferta no vinculante presentada hace ya dos meses. El fondo se encuentra hasta final de mes en un proceso de due diligence en el que está profundizando en las cifras de la unidad para poder hacer una oferta definitiva.
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