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Motorola Razr 40
Motorola Razr 40 (Foto: Hugo Nores)

Prueba Motorola Razr 40: Un paso más cerca de ser un producto de consumo de masas

Nuevo diseño más asequible y con especificaciones de gama media-alta

jueves 28 de septiembre de 2023, 09:00h

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El nuevo plegable estilo concha de Motorola deja atrás el diseño característico del Razr clásico para adquirir un formato más convencional y cómodo. Su precio, 899 euros, lo sitúa como el primer dispositivo de su categoría pensado para un público más amplio.

Los móviles plegables despegaron en popularidad con el lanzamiento del Samsung Galaxy Fold en 2019, pero su alto precio ha impedido que se conviertan en un producto de consumo masivo. Este dispositivo de Samsung se pliega como un libro, expandiendo su tamaño. Ese mismo año Motorola apostó también por los plegables, pero de formato concha, por lo que adoptan una forma más compacta al estar plegados. Con el tiempo este formato ha demostrado ser el más popular, con grandes marcas adaptándolo, incluso la propia Samsung con el Z Flip.

No hay duda de que el Motorola Razr 40, con su precio de 899, sigue lejos de ser un producto asequible. Sin embargo, para su categoría de producto, en la que es frecuente que se sobrepase la barrera de los mil euros, resulta un hito poder adquirir un dispositivo plegable nuevo por menos de 900 euros.

Es debido a su precio, más contenido, que se puede plantear a este producto como el primer plegable pensado para ser un producto de consumo masivo, más allá de estar reservado para un nicho de “early adopters” como sus predecesores y sus principales rivales, especialmente aquellos de formato libro, más costosos.

El nuevo Motorola Razr 40 combina un diseño elegante y sofisticado con unas prestaciones de gama media-alta, ¿es suficiente para convencer a un público más general a dar el salto y adoptar un plegable como su móvil del día a día?

Diseño

La nueva hornada de dispositivos plegables de Motorola, los Razr 40 y 40 Ultra son los que más han modificado la línea de diseño. Han suavizado sus formas, asemejándose en gran medida al resto de plegables estilo concha. Si bien se ha ganado en comodidad, se ha perdido gran parte de la personalidad de estos dispositivos, que dejan de evocar los Razr clásicos de los 2000 con su estilo retro.

El dispositivo está fabricado con materiales de calidad, como aluminio (en los marcos) y cuero sintético, que le aportan un aspecto premium y agradable al tacto, así como un agarre más seguro que si estuviera hecho de cristal. El móvil tiene unas dimensiones de 17,08x7,4x0,74cm cuando está abierto y de 8,82x7,4x1,58cm cuando está cerrado. Su peso es de 189 gramos.

En cuanto a la distribución de sus elementos, y tomando de referencia su posición abierta, desplegada, en el canto derecho se encuentra la botonera para controlar el volumen y el botón de bloqueo. Ambos están fabricados en aluminio, como el marco, y tienen una pulsación de calidad. El lector de huellas dactilares está situado en el botón de bloqueo y funciona a la perfección, muy rápido y sin apenas fallos. El canto izquierdo alberga la ranura para la tarjeta SIM. El móvil no cuenta con jack de auriculares de 3.5 mm, pero sí con resistencia al agua, pese a que es muy limitada (IP52), lo protege de salpicaduras o lluvia ligera.

Pantalla(s)

El Motorola Razr 40, como la gran mayoría de terminales plegables, cuenta con dos pantallas: una interna y otra externa. Existe una versión ‘Ultra’ de este dispositivo que tiene una pantalla externa que ocupa un gran porcentaje del frontal plegado, sin embargo en la versión analizada para esta prueba la pantalla externa es casi testimonial. Se trata de un pequeño panel pOLED de únicamente 1,5 pulgadas en formato rectangular y situada junto al módulo de las cámaras traseras. Su función es ciertamente limitada, pero de utilidad, pues sirve para mostrar notificaciones, controlar la reproducción de música, acceder a algunos ajustes rápidos o incluso como visor para usar la cámara trasera como cámara selfie, aunque esto último sea poco práctico debido al formato y al tamaño del panel.

El beneficio principal de esta pequeña pantalla es que permite interactuar con el móvil sin necesidad de abrirlo para ciertas funciones, y de esta forma se genera un contacto más directo que evita las posibles distracciones al desplegar el terminal.

La pantalla interna se compone de un panel pOLED de 6.9 pulgadas con resolución FHD+ (1080 x 2640 píxeles). La relación de aspecto es de 22:9 pues el formato en general del dispositivo es estrecho y alargado. Esta característica supone un punto negativo a la hora de visualizar contenido multimedia que al adaptarse al formato muestra unas grandes bandas negras a ambos lados, perdiendo porcentaje efectivo de pantalla.

La tasa de refresco del panel es de 144 Hz y cuenta con tecnología HDR10+, ambas características crean una experiencia de visualización fluida y de calidad. El brillo máximo es de 1400 nits, que si bien no es el más alto del mercado, permite la perfecta visualización de la pantalla en exteriores en un día soleado.

La pantalla interna tiene un pequeño notch en la parte superior donde se aloja la cámara frontal y unos pequeños rebordes que tienen como objeto proteger el panel cuando el dispositivo esté plegado, evitando rayajos en el panel. El dispositivo viene con un protector de pantalla de plástico preinstalado que Motorola recomienda no retirar.

No se puede obviar la bisagra en la parte central que permite plegar el dispositivo. Esta sigue notándose ligeramente en el panel con una arruga en el medio de la pantalla. Si bien es cierto que una vez se usa el equipo esta marca desaparece por completo al centrarse el usuario en el contenido.

Cámaras

El apartado fotográfico ha sido históricamente uno de los apartados más flojos de la línea de plegables de Motorola. El Razr 40 supone un gran cambio a mejor pues, pese a que no se puede equiparar con la calidad de un gama alta premium como un IiPhone o un Samsung S23 Ultra, entre otros, las fotografías han experimentado una notable mejora en la gran mayoría de escenarios.

El Motorola Razr 40 tiene tres cámaras: una frontal (orificio en pantalla) y un doble sensor trasero. La cámara frontal cuenta con 32 megapíxeles y una apertura f/2.4, además de enfoque automático por detección de fase (PDAF). Los selfies que se obtienen con esta cámara ofrecen una buena calidad de imagen con un nivel adecuado de detalle. No obstante, la apertura no es la más luminosa y en algunas ocasiones las fotografías se muestran más oscuras de lo deseable.

En las cámaras traseras es donde se observa una mayor evolución respecto a sus predecesores, que ofrecían unos resultados ciertamente irregulares, algo realmente inadmisible dado el elevado precio de estos dispositivos.

La cámara principal monta un sensor de 64 megapíxeles con apertura f/1.7, muy luminosa. Las fotografías obtenidas con esta cámara tienen una gran cantidad de detalle, incluso en situaciones en las que la luz es más tenue. Esto es gracias al modo noche inteligente y a la estabilización óptica de imagen (OIS) que evite borrones durante los segundos extra que tarda el móvil en capturar la fotografía por la exposición prolongada.

Otro punto de mejora es el rango dinámico, que está bien interpretado, respetando altas y bajas luces sin zonas sobreexpuestas o subexpuestas. El enfoque automático por detección de fase y láser (PDAF y LAF) ofrecen una mayor velocidad al enfocar, para evitar imágenes borrosas al fotografiar objetos en movimiento.

La segunda cámara se corresponde con una gran angular de 13 megapíxeles y apertura f/2.2. La calidad de las imágenes es claramente inferior, con ligera distorsión y menos detalle, pese a que en ocasiones se obtienen buenos resultados cuando la luz es favorable.

El Motorola Razr 40 graba vídeos en resolución 4K a 30 fps o en 1080p pudiendo escoger entre 30 o 60 fps, tanto con la cámara frontal como con las traseras. Los vídeos tienen una buena calidad de imagen y sonido, y se benefician de la estabilización óptica de la lente principal.

Rendimiento y batería

El Motorola Razr 40 está equipado con un procesador Qualcomm, el Snapdragon 7 Gen 1. Se trata de un procesador dedicado para la gama media-alta, fabricado en 4 nanómetros y con ocho núcleos a 2.4 GHz. Se complementa con la GPU Adreno 644.

El equipo se comercializa con dos opciones de memoria: 8 GB de RAM y 128 o 256 GB de almacenamiento interno, o bien 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento interno. Como era de esperar, no existe la posibilidad de ampliar la memoria mediante el uso de una tarjeta microSD.

Con estas especificaciones técnicas y tras las pruebas realizadas, los usuarios pueden esperar un rendimiento fluido (de esto tiene parte del mérito la tasa de refresco de 144Hz del panel) y estable para la mayoría de las tareas cotidianas, como la navegación por el sistema y sus menús.

Para las tareas más exigentes, como la edición de vídeo de alta resolución o los juegos con gráficos 3D, el equipo tiende a poder ejecutarlas sin mayor complicación, excepto por la aparición de algún “tirón” ocasional. Sí se puede observar una ligera tendencia a calentarse algo más de lo habitual al ejecutar esta serie de tareas.

El Motorola Razr 40 cuenta con una batería de 4200 mAh, que le proporciona una autonomía suficiente para aguantar un día completo con un uso moderado. No obstante, si el uso es más intenso, la batería se agotará antes de terminar el día, por lo que habrá que cargarlo a media tarde o desplazarse junto a una batería portátil. El móvil cuenta con carga rápida por cable de 30W e inalámbrica de 5W, lo que permite recargarlo en poco más de una hora (carga de cable). Tanto el cable como el cargador vienen incluidos en la caja, que es de plástico reciclado y sin tintas, como viene siendo habitual en la marca de Lenovo.

El Motorola Razr 40 viene con Android 13 como sistema operativo, una versión optimizada para el uso plegable del móvil (al menos en la gran mayoría de aplicaciones). Como ya es marca de la casa, la interfaz es limpia y sencilla, muy similar a la experiencia Android Puro de los Pixel de Google, sin apenas aplicaciones preinstaladas, excepto algunas funciones exclusivas de Motorola como los gestos Moto Actions.

Conclusión

El Motorola Razr 40 tiene unas prestaciones de gama media-alta que le permiten cumplir con la mayoría de las necesidades de los usuarios y se sitúa un paso más cerca de ser un dispositivo de consumo de masas debido a su precio de 899 euros, lo que lo sitúa como uno de los plegables más económicos del mercado. En definitiva, el Razr 40 es un móvil recomendable para aquellos que busquen probar la experiencia de usar un equipo plegable, un dispositivo diferente y elegante, sin tener que hacer una gran inversión.

Lo mejor: Diseño

Lo peor: Batería

Nota: 7,5/10

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