Con este permiso, CTNE (como se llamaba inicialmente Telefónica) empezó a construir una infraestructura que permitiera prestar servicio en el país. En aquel año, bajo el impulso de dos hermanos estadounidenses, Hernand y Sosthens Behn, propietarios de la compañía ITT, y con el apoyo del Banco Urquijo (actualmente Sabadell) y el Hispanoamericano (ahora Santander), se crea en la Notaría de Alejandro Roselló y Pastors en Madrid, una compañía con accionistas americanos pero plenamente española unifica las propiedades, activos y concesiones que tenían en aquella época otras tres entidades (Compañía Peninsular de Teléfonos, Compañía Madrileña de Teléfonos y la Sociedad General de Teléfonos) a lo que se suma otras concesiones en otras 10 provincias.
Bajo la presidencia de Estanislao de Urquijo y Ussía, que lideraría la firma durante 24 años, con apenas un millón de pesetas como capital (unos 6.000 euros, si no se tiene en cuenta la inflación) repartido en 2.000 acciones de 500 pesetas (unos 3 euros) y se firma en aquel año el primer contrato con el Gobierno, con quien se comprometen a extender la telefonía a todo el país.
Tras ello, los hitos tecnológicos, históricos y empresariales se van sucediendo al cabo de los año. Santander entra en el mapa como la primera ciudad del país en contar con el primer servicio automático en 1926 y en diciembre de ese mismo año, el Rey Alfonso XIII inaugura un espacio en la Calle Valverde de Madrid, logrando una comunicación entre Madrid y Moscú, marcando un hito europeo. Ese año se superan los 100.000 teléfonos instalados
Su Majestad protagonizará otro momento histórico en 1928, cuando se realiza la primera llamada transoceánica. El 13 de octubre de ese año, Alfonso XIII y Calvin Coolidge, presidente de Estados Unidos, mantienen una conversación entre Madrid y Washington. Ese año arranca la instalación de los primeros teléfonos públicos.
Apenas un año después, los hitos se siguen sucediendo y Telefónica inaugura el mayor rascacielos del país, aún en pie y que se convierte en su sede. La Calle Gran Vía 28 acoge así el Edificio Telefónica, sede durante 80 años de la compañía.
Tras ello, en 1931 un golpe de Estado instaura la Segunda República en España y sus dirigentes amenazan con expropiar la compañía retirándole las licencias, pero en 1932 se salva este escollo tras un acuerdo con el gobierno republicano.
Con el estallido de la Guerra Civil en 1936, Telefónica divide su red en cinco delegaciones (Tenerife, Sevilla y Valladolid en el bando nacional y Madrid y Barcelona en el bando republicano), fija una posición neutral. Precisamente un año después, la compañía sería protagonista tras sufrir el asalto a su sede en Barcelona, lo que desencadena los Hechos de Mayo, unos enfrentamientos sangrientos entre anarquistas y políticos en Cataluña.
Tras ello, se instaura el régimen de Francisco Franco y en Europa estalla la Segunda Guerra Mundial, lo que supone nuevas complicaciones para la teleco, especialmente por la escasez de cobre, necesario para los despliegues. La compañía se unifica en dos delegaciones hasta que en 1945, el Estado compra el 79% de las acciones a los estadounidenses por casi 600 millones de pesetas (unos 3,6 millones de euros) y se nombra a José Navarro-Reverter como nuevo presidente, conocido como ‘el telefónico’, quien lideró la compañía durante dos décadas.
En 1948, cuando la televisión aterriza en España, la CTNE supera los 500.000 líneas conectadas y un año después se completa el monopolio nacional, ya que hasta la fecha la provincia de Guipúzcoa operaba de manera independiente ya que su licencia no había caducado. La única excepción era la ciudad de San Sebastián, que mantenía una red independiente y siguió haciéndolo durante dos décadas más.
En 1952, arrancan las primeras experiencias de telefonía móvil en España con las primeras pruebas de equipo de radio móvil urbano que permitían hablar por teléfono desde el coche. Tres años después, en 1955, Telefónica está de celebración y se erige como un unicornio al superar los 1.000 millones (de pesetas) de facturación y España supera el millón de teléfonos activos, siendo el undécimo país del mundo en lograrlo. Un año después, TVE arranca sus emisiones bajo la red de CTNE. En 1961, el color llega a los teléfonos y se empiezan a vender Heraldo y Góndola, dos equipos disponibles en blanco, verde, azul, rojo y gris.
En 1963 arranca la instalación de las primeras cabinas en Madrid y Barcelona junto a una guía telefónica de la ciudad y en 1965 la compañía recibe al joven Antonio Barrera de Irimo y la CTNE se abre a la sociedad para recabar fondos y superando los 100.000 accionistas. Además, se conecta España con la primera instalación de un cable submarino a nivel global, PENCAN-1.
En 1968 llegan a España los primeros contestadores automáticos, que permitían dejar mensajes de voz grabados en una cinta. Un año después, con el viaje del hombre a la Luna, la CTNE se convierte en una gran protagonista al colaborar con la NASA a través de la estación espacial de Robledo de Chavela (Madrid) para ayudar a mantener las comunicaciones con el Apolo XI.
En 1970, la CTNE integra ENTEL y los avances tecnológicos de la compañía española permitirán transmitir datos a través de sus redes, además de voz. Es precisamente en este momento cuando CTNE es realmente la única empresa que compite en el mercado de las telecomunicaciones y se siguen impulsando los despliegues de cables submarinos con la instalación de TAT-5 que conecta Estados Unidos con Conil (Cádiz, España). Ese mismo año, la sede de la empresa sufre un gran incendio en sus sótanos que destruye buena parte del archivo general.
Un año después, CTNE se convierte en la primera teleco a nivel mundial en inaugurar la primera red pública de conmutación de paquetes (tres años antes que Estados Unidos con la red Telenet y siete años antes que Francia con su red Transpac), la misma tecnología sobre la que se asientan las bases hoy en día de internet, lo que requirió modificar el contrato vigente con el Gobierno que no planteaba los datos en sus servicios y se crea la RETD (Red Especial de Transmisión de Datos).
Y en 1972 nace el Mensófono, precursor de los “buscas” que permitía enviar y recibir mensajes de texto breves mediante señales de radio y un año después la dirección de la compañía cambia con la llegada de José Antonio González-Bueno a la presidencia.
Su apuesta por la innovación se materializa en los primeros trabajos para inventar las videoconferencias.
En 1976 se nombra a Tomás Allende como nuevo presidente de la compañía y es el año en el que empiezan a instalarse los primeros teléfonos empotrados en los coches, basados en el IMT-200 de Motorola que operaba en la banda de 200MHz.
En 1978, se superan los 10 millones de teléfonos activos en España y en 1980 se conecta la central de Madrid-Atocha con fibra, dando un salto cualitativo en los servicios. Ese mismo año, se superan los 60.000 empleados y se nombra a Salvador Sánchez-Terán Hernández como nuevo presidente.
En 1982, la CTNE nombra a Luis Solana Madariaga como nuevo presidente, artífice de la expansión bursátil de la compañía. Ese mismo año, se celebra en el Mundial de Fútbol en nuestro país y la banda terrorista ETA destruye la central de Ríos Rosas en Madrid, con lo que los etarras trataban de aprovechar el escaparte del campeonato deportivo. Un año después, CTNE instala el primer datáfono, un invento español que permitía el pago con tarjetas de crédito.
En 1984, la compañía presenta su nuevo logotipo, el primer cambio de marca que hacen desde su fundación.
En 1985, Telefónica desembarca en las Bolsas de Londres, París, Fráncfort y Tokio y en 1986 se abre el primer número de teléfono de los bomberos (080). En 1987, CTNE será la primera compañía en empezar a cotizar en la Bolsa de Nueva York. Ese mismo año se aprueba la Ley de Ordenación de las Telecomunicaciones en España, que sienta las bases para la liberalización del mercado y la GSM llega a Europa.
En 1987, CTNE dice adiós a “las chicas del cable” y Magdalena Martín realiza en Polopos, un pequeño pueblo de la Apujarra de Granada, la última llamada manual entre el alcalde del pueblo, Antonio Gálvez, y Felipe González, el entonces presidente del Gobierno. Además, se crea ese año Telefónica I+D, filial de innovación. En 1988, CTNE cambia su nombre a Telefónica.
Y en 1989 llega a la presidencia Cándido Velázquez-Gaztelu con una fuerte apuesta comercial, apoyada además por la fibra óptica, que ya conectaba Madrid y Barcelona. Bajo su liderazgo, Telefónica inicia su expansión internacional desembarcando en Latinoamérica y arrancando sus operaciones en Argentina y Chile.
En 1990, Telefónica lanza MovilLine, la primera marca de telefonía móvil analógica bajo red 1G, tras conseguir la licencia habilitante. Un año después, se firma el tercer gran contrato con el Gobierno en el que se incluye la calidad de la atención y el servicio y se superan los 15 millones de líneas. También arrancan las operaciones en Venezuela.
En 1992, España acoge los Juegos Olímpicos de Barcelona con un gran éxito en materia de turismo y de telecomunicaciones y un año después se abre el negocio en Puerto Rico y se renueva el logotipo. En 1994, Telefónica desembarca en Perú y la publicación Telefonía y Comunicaciones para Todos llega a los quioscos españoles, revista que posteriormente se convertiría en Zonamovilidad.es. Además, en 1995 se crea la marca Movistar y la compañía lanza InfoVía, el primer servicio de internet en España. Ese mismo año, el Gobierno se desprende de parte de sus acciones en pro de la privatización de la compañía, pero mantiene un 20%.
En 1996, llega a la presidencia Juan Villalonga, quien arranca un proceso de inversiones en varios medios de comunicación, incluyendo la entrada en Antena 3 y se empezó a operar en Brasil. Un año después se completa la total privatización de Telefónica y lanza Vía Digital con el respaldo de RTVE, Antena 3 y la mexicana Televisa.
En 1998 se crea la Fundación Telefónica y se renueva el logotipo. Al año siguiente, Telefónica lanza en octubre su servicio de ADSL.
En el año 2000 llega al poder César Alierta, el presidente más longevo de los últimos tiempos en Telefónica y protagonista de la gran expansión de la compañía. Es el año en el que llega 3G al mundo. En 2001, fruto de un acuerdo con Portugal Telecom, se crea un operador líder en Iberoamérica con 9,3 millones de clientes y debuta Fernando Alonso en la Fórmula 1, con el patrocinio de la compañía.
En 2002, Telefónica refuerza su posición en México y lanza en España los MMS, mensajes que permitían incluir imágenes. Un año después nace Vivo en Brasil, se supera el millón de líneas ADSL en España y la compañía presenta Imagenio, su televisión de pago.
En 2004, Telefónica avanza en sus planes latinoamericanos y compra el 100% de las operaciones del operador estadounidense Bellsouth en diez países: Venezuela, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Ecuador, Colombia, Perú, Uruguay, Argentina y Chile. Este mismo año nace Zonamovilidad.es.
Su ambición expansionista lleva a Alierta a abrir operaciones en República Checa y en China en el año 2005. Además, Telefónica compra O2, lo que refuerza su posición en el mercado europeo y un año después se supera la barrera de los 200 millones de clientes. En 2007, Movistar trae a España el iPhone en exclusiva gracias a un acuerdo con Apple y en 2008 se inaugura la nueva sede en Las Tablas.
En 2009, Telefónica refuerza sus operaciones en el extranjero ampliando su presencia en el mercado chino. Además, compra IP JAJAH en Reino Unido y el 22% de Canal+ a Sogecable en España y se desprende de una participación del 32,18% en Méditel, la segunda operadora de telefonía móvil marroquí.
En 2010, Movistar se convierte en la marca comercial de todos los servicios de la compañía, salvo en Brasil que se mantiene Vivo y O2 en Reino Unido y Alemania. Además, compra la red social Tuenti.
La compañía continúa con su impulso a la innovación y crea Wayra y entra en el mercado de Costa Rica. Este mismo año lanzará en España los primeros servicios 4G. Un año después, ya en 2012, la teleco española crea Movistar Fusión para impulsar los paquetes convergentes y debuta en la bolsa de Alemania. Asimismo, crea Talentum y se desprende del call center Atento.
En 2014, Telefónica ficha a Rafael Nadal como embajador y lanza las becas Podium para impulsar a deportistas de todos los ámbitos en su camino hacia los Juegos Olímpicos. Un año después, Telefónica compra Canal+ al Grupo Prisa.
En 2016, la compañía recibe a José María Álvarez-Pallete como nuevo presidente y se crea el programa de educación digital ProFuturo. También nace Telxius, como filial de infraestructuras.
En 2018, Telefónica trae a España O2 y lanza en seis países Aura, su sistema de inteligencia artificial y arranca varias pruebas de 5G. En 2019 se presenta la nueva estrategia de la compañía que pone el foco en sus cuatro principales mercados (España, Alemania, Reino Unido y Brasil) y se crea Telefónica Tech.
Al año siguiente, el año de la pandemia, Telefónica cierra la fusión con Virgin Media en Reino Unido y lanza la red 5G. En 2021, la teleco española estrena logotipo y completa numerosas operaciones corporativas de infraestructuras, entre ellas, la venta de Telxius a American Tower por 7.700 millones de euros.
Por otro lado, en 2022, la compañía dice adiós a las icónicas cabinas telefónicas y en 2023 anuncia el plan para apagar todas las centrales de cobre que se completa precisamente hoy mismo, coincidiendo con el centenario de la teleco.