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Pilar Aurrecoechea: “Tenemos que llegar a los mil millones de clientes y la única forma es hablar con todos”.

Por Pilar Bernat
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pbernattelycom4com /7/7/16
miércoles 22 de octubre de 2014, 13:04h

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Pilar AurrecoecheaObjetivo: mil millones de clientes; producto: pagos sin contacto con tarjeta o móvil; interlocutores: bancos, operadores, desarrolladores y grandes multinacionales de Internet… “todo aquel que necesita cobrar o pagar”; la misión: aunque no imposible, si difícil, pero el futuro ya ha atravesado el umbral y está esperando a que le saquemos rendimiento. El agente español: Pilar Aurrecoechea.

Mujer, madre, alta ejecutiva, licenciada en matemáticas por la UCSD University of California y con un MBA impartido por San Diego State University, Pilar Aurrecoechea, directora general de Master Card para España y Portugal tiene en sus manos el compromiso de conducir a nuestro país hacia el mundo del pago sin contacto, móvil y universal; hacia el uso generalizado de Near Field Comunications (NFC).



Telefonía y Comunicaciones – Se ha hablado mucho, últimamente, de Wanda, algo que parece llegar para revolucionar América Latina ¿no?

Pilar Aurrecoechea – Wanda es un proyecto resultante de un acuerdo que se ha firmado con Telefónica para clientes no bancarizados en América Latina. Un producto para quienes tienen tarjeta prepago y a quienes se les da la opción de poder pagar a través del móvil en sus países de origen, en España o en cualquier lugar donde se encuentren. La única limitación es aquella que marca la ley por blanqueo.

 

TyC – ¿No bancarizados? ¿Eso es posible?

PA – Pues sí, los medios de pago tienen que innovar e irse renovando y ahora es el momento de las tarjetas sin contacto y de los móviles y nosotros, como Master Card, no somos ajenos a ellos.
Lo que ocurre es que hoy tenemos jugadores diferentes. Efectivamente, no es necesario que el cliente esté bancarizado y esto supone una revolución; una experiencia que hemos puesto en marcha con Mobile Money o con Wanda.
Tanto en un caso como en otro, los ‘pagadores’ no tienen por qué tener una cuenta  bancaria y es una manera nueva de ayudar a la gente a realizar pagos, a realizar transferencia de dinero entre personas en cualquier lugar y sin obstaculos.

TyC - ¿Y ese sistema es válido para cualquier país?

PA – Podría serlo, pero en realidad es un formato válido para determinados países; ya que en lugares como España, por ejemplo, la mayoría de la población está vinculada a un banco y, por tanto, el modelo es diferente; aquí intervienen las entidades financieras y los operadores de telefonía móvil, entre otros; la cadena de valor se amplía. Hay que llegar a acuerdos y coordinar a mucha más gente de la que suele intervenir en los pagos con tarjeta tal y como nosotros los entendemos.

TyC – Hubo experiencias similares que no tuvieron éxito; parece que esto ya lo hemos vivido y no sabemos si hemos aprendido de los errores. ¿Recuerda MobyPay?Pilar Aurrecoechea

PA – Claro, yo estaba en el consejo de MobyPay. Era un sistema de pago por USSD, una tecnología que quedó atrás porque la experiencia de usuario era horrible; como tampoco ha tenido éxito la transacción a través de SMS, que era factible pero complicada. Ahora basta con descargar una aplicación y pulsar; es muy fácil, por eso es el momento.

TyC – Pero una vez superada la evolución tecnológica nos encontramos con otro problema, un problema mayor que ha ralentizado la introducción del pago por móvil: la lucha por el cliente y  la personalización.

PA – Master Card no es nunca dueño del cliente; no somos los emisores de las tarjetas; eso es labor de las entidades financieras y de aquellas compañías que pueden emitir medios prepago o dinero electrónico. Es a ellos a quien les afecta, y son ellos quienes libran actualmente esa batalla.
Hoy, para el pago por móvil hay varias opciones y diferentes modelos. De una parte, hay operadores, como Telefónica, que se ha creado su propio ‘wallet’ (aplicación de cartera electrónica) y pretenden ser dueños del cliente y controlar qué acceso tienen a ese software. Sin embargo, otros, como Vodafone u Orange, en España, no quieren entrar en ese terreno y prefieren que el cliente sea de la entidad que realiza el pago.
A esto hay que sumar empresas como Google que ha creado su propia aplicación de cartera y lucha por ese comprador.
Por tanto, hay varios modelos y entidades que quieren entrar a formar parte de este nuevo ‘ecosistema monetario’.
TyC – Pero eso puede llevar a la confusión, supongo que ustedes no estarán de acuerdo con la entrada de agentes como las compañías de Internet…

Google y Boku

Pilar AurrecoecheaPA – Master Card está allí donde haya un pago. Es una empresa de tecnología que facilita las transacciones dinerarias y tenemos que trabajar con quien lleva a cabo ese tipo de actividad. Si es Google, pues lo hacemos con ellos; si son los operadores o los bancos… también. En Google Wallet nosotros fuimos los primeros que participamos y, de hecho, lanzamos el sistema juntos. Pero trabajamos, igualmente, con otros proveedores como Boku, cuya solución se basa en realizar la compra con el móvil y el pago a través de la factura de los operadores.
Nuestra obligación es trabajar con todo el mercado para conseguir que el sistema de pago inalámbrico, de pago por móvil, funcione. No somos nadie para decir esto lo vamos o no lo vamos a permitir. En todos los modelos que sean viables, que vayan a funcionar y que lleguen a clientes tenemos que estar presentes.

TyC – Por tanto el ecosistema se complica. ¿Cómo podríamos explicar el esquema de los nuevos medios de pago a los lectores?

PA – Master Card es el facilitador, la marca para que se puedan realizar los pagos, quien garantiza el estándar para que el sistema sea el mismo en cualquier lugar del mundo.
Al cliente le da la tarjeta el banco emisor. A los vendedores el banco adquiriente les facilita el medio de pago (TPV, lectores NFC PayPass, etc.). En medio de unos y otros está Master Card, Visa o American Express. Hay 22.000 bancos emisores en el mundo que tienen acuerdos con nosotros y la cifra aumenta hasta 25.000, aproximadamente, si hablamos de bancos adquirientes. Si no existiéramos nosotros, tendría que haber miles y miles de acuerdos; cada entidad bancaria de un país tendría que firmar con todas y cada una de las entidades del resto de los países de los cinco continentes. Por tanto, actuamos como una franquicia: permitimos a unos que den a sus clientes nuestras tarjetas y a tiendas y comerciantes (vinculadas a sus propios bancos) que acepten los pagos allá donde estén.

TyC – Ahora entra el operador. ¿Cuál es su misión?

PA – Su misión es incluir los programas ‘wallet’ en los teléfonos. Por tanto son los dueños del recipiente en que están ‘guardadas’ las tarjetas y, partiendo de este principio, tienen varias opciones: alquilar la SIM (que es donde está la seguridad) a cambio de un tanto mensual o cobrar un tanto por ciento por operación y compartir ingresos con nosotros. Ellos eligen y lo hacen porque si lo quisieran hacer solos tendrían que realizar un despliegue infinito, llamar a la puerta de cada una de las tiendas donde reciben tarjetas, etc.
Otro modelo es el caso de Google, que no entra en la SIM sino directamente se descarga el wallet de la tienda de aplicaciones y deja a los operadores fuera del negocio.
Una tercera opción es NFC en la tarjeta externa de memoria, pero nos encontramos con dos problemas: uno que hay muchos móviles que no llevan ranura para microSD, otro que nos movemos en un entorno de seguridad más delicado. Mientras en la SIM o el teléfono la seguridad es completa, en la tarjeta de memoria puede haber problemas de funcionamiento o cabe que haya que borrarla. Además, los bancos tendrían que tener en todas sus oficinas sistemas para cargar la aplicación. En fin, parece que la propia industria ha eliminado esta opción con la evolución de los celulares.

TyC – Bien. Ahora hay que dar medios a toda la población para que puedan pagar; no todo el mundo tiene NFC. ¿Se contemplan soluciones inmediatas como la iSIM?

PA – Sí. Ese sistema, una lengüeta flexible y adhesiva con antena y software de encriptación que se pega a la SIM, de forma general se denomina comercialmente ‘end flex’ y se usa desde hace tiempo en países como Turquía, donde hay pago por contacto desde hace dos años. Es una solución que tiene éxito donde la penetración de smartphones no es muy alta.
Hay que tener en cuenta que en África o en India, donde no hay muchos teléfonos de última generación, aún pagan a través de SMS. Pero en los países occidentales o más desarrollados como España, se opta por una experiencia intuitiva, agradable y muy fácil de usar. Lo que ocurre es que se tiene que extender el parque de teléfonos con NFC.

NFC Secure

TyC – Pero existen dos tipos de NFC: open y secure. El primer tipo lo llevan ya muchos móviles, pero el segundo, el que sirve para pagar Pilar Aurrecoecheacon seguridad, requiere certificación. ¿Cuál es el proceso?

PA – Nosotros realizamos la certificación y Visa la suya; en nuestra página web aparece la relación de todos los terminales a los que le hemos dado el visto bueno. A Master Card se los entrega el fabricante y tras pasar por nuestros laboratorios de Inglaterra o Estados Unidos, después de aprobados, ellos se lo ofrecen al operador.

TyC – En un primer momento, al presentar la tecnología se aseguró que aunque el móvil estuviera apagado funcionaría; ya que se realizaría una recarga de batería mínima e instantánea.

PA – Hay smartphone que lo hacen pero, hoy por hoy, no se exige porque entendemos que aún hay margen, que aún conviven las tarjetas de plástico con los pagos móviles. En un futuro será imprescindible.    

Los TPVs se renuevan cada cinco años

TyC - En el lado contrario están los terminales punto de venta (TPVs), que habrá que renovarlos para que todo esto se extienda y sea operativo…


PA – El parque de TPVs se renueva cada cinco años y ya en las últimas renovaciones la tecnología NFC va integrada aunque no esté activada; pero sólo es necesaria una llamada para que entre en funcionamiento. Por tanto, en máximo un lustro se podrá pagar en cualquier parte con este nuevo sistema.
Además, si tienes un comercio y quieres un terminal nuevo sólo hay que pedirlo. De hecho, en España La Caixa, Santander, BBVA y Bankia ya los están repartiendo.

TyC – Por tanto ¿son los mismos TPVs a los que estamos acostumbrados pero con nuevas funcionalidades?

PA – Sí, pero hay otras opciones como los ICTel, que se introdujeron en Suecia y se van extendiendo. Se trata de un accesorio que se conecta al móvil y lee el chip EMV (no la banda magnética); de forma que cualquier teléfono se convierte en un TPV portátil. Una solución muy interesante para comercio ambulante, taxis, fuerza de ventas, etc.

TyC - ¿Y con NFC se puede realizar cualquier tipo de transacción?

PA – Bueno, el contactless funciona de una manera con pagos de menos de 20 euros y de otra con cantidades superiores. Para pagos de poca cuantía no hace falta PIN y el sistema te permite un máximo de cinco transacciones instantáneas; tras la cual te obliga a identificarte. Ahora bien, en el momento en que realizas un pago con PIN la cuenta se pone a cero –permite otras cinco seguidas-.

TYC – ¿Y qué seguridad tenemos si nos roban el móvil?

PA – Más que con la tarjeta de crédito o débito; ya que para acceder necesitamos el pin del móvil, el de la aplicación y el de la tarjeta. Si todo eso falla, puedes llamar a la entidad -como hacemos ahora- o al operador, quien a través del IMEI te lo bloquea.

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