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Los residuos eléctricos y electrónicos crecen tres veces más que los residuos urbanos

miércoles 22 de octubre de 2014, 13:04h

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La Comisión Europea estima que, por término medio, un ciudadano de la Unión produce anualmente catorce kilos de basura tecnológica. Y no sólo eso, sino que esta cantidad se duplicará en 2017. Además, más del noventa por ciento de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos se depositan en vertederos, se incineran o se valorizan sin ningún tratamiento previo, hecho que se agrava cuando consideramos que éste tipo de residuos crece tres veces más rápidamente que los residuos urbanos.

 Texto: Pilar Bernat En el lado opuesto se sitúa la fundación Tragamóvil, dependiente de ASIMELEC, quien ha reciclado 600 mil kilos de residuos de móviles desde su fundación, hace cinco años. Si bien muchos estamos familiarizados con el simpático cubo de basura verde que desde hace unos años ha acompañado los establecimientos del sector y todas las publicaciones, conviene realizar un análisis en profundidad y recordar que una adecuada gestión de los residuos que generan las industrias asociadas a las tecnologías de la información, no sólo contribuye a evitar la contaminación de los sistemas acuático, terrestre y atmosférico, sino que también fomenta el ahorro de los recursos naturales y energéticos. Así, y como respuesta a la situación creada en las últimas décadas, el 25 de febrero de 2005 se promulgó el Real Decreto 208/2005 sobre Aparatos Eléctricos y Electrónicos y la Gestión de sus Residuos. Este texto, que entró en vigor el día 13 de agosto de 2005, supone la incorporación de las Directivas Comunitarias RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, 2002/96 CE de 27 de enero de 2003 modificada en su artículo 9 por la 2003/108/CE de 8 de diciembre de 2003) y RoHS (Restricción de Sustancias Peligrosas, 2002/95 CE de 27 de enero de 2003) al ordenamiento jurídico español; y establece la obligatoriedad de la recogida selectiva de los residuos eléctricos y electrónicos. Sus objetivos son asegurar un tratamiento medioambientalmente adecuado de los componentes potencialmente peligroso de estos equipos, así como fomentar el reciclado de materias primas. La responsabilidad del proceso, según la norma, recae en la figura del productor, entendiendo por productor de aparatos eléctricos y electrónicos las personas físicas o jurídicas que, con independencia de la técnica de venta (incluyendo la venta a distancia y la electrónica): fabriquen y vendan bajo marca propia estos equipos; pongan en el mercado con marca propia los aparatos fabricados por terceros o se dediquen profesionalmente a la importación o exportación de estos productos a terceros países. Entre las obligaciones que han de asumir dichos Productores destacan la de diseñar los equipos de forma que no contengan sustancias nocivas y que tengan un fácil desmontaje para su reparación, reutilización o reciclado; la de informar a los usuarios sobre los criterios para una correcta gestión ambiental de los RAEE; marcar los aparatos con el símbolo RAEE e indicar que han sido puestos en el mercado después del 13 de agosto de 2005; declarar a la Comunidad Autónoma en la que esté ubicada su sede social y al Registro de establecimientos industriales de ámbito estatal su condición de productor y el procedimiento elegido para el cumplimiento de sus obligaciones; informar en la factura sobre la repercusión que los costes de la gestión de los residuos históricos (los correspondientes a productos puestos en el mercado antes del 13 de agosto de 2005) tienen en el precio final de los productos; adoptar las medidas necesarias para que los RAEE puestos en el mercado sean recogidos de forma selectiva y tengan una correcta gestión ambiental, así como financiar los costes de dicha gestión y cumplir estas obligaciones de forma individual o a través de uno o varios sistemas integrados de gestión (SIG).

La Fundación TRAGAMÓVIL Por lo que respecta a la telefonía móvil, por todos es sabido que ha alcanzado unos elevadísimos niveles de penetración en las actuales sociedades de comienzos del siglo XXI. Se estima que en todo el mundo existen más de mil millones de usuarios de esta tecnología y que en España, han alcanzado los 36 millones a finales de 2005 (incluso hay quien habla de 40 millones), cifra que supone una cuota del ochenta por ciento de la población y que, por ejemplo, triplica la de internautas. Si la cifra es buena para el mercado, la otra cara de esta moneda es la gran cantidad de residuos tecnológicos que genera esta industria. Se calcula que, sólo en España, hay millones de teléfonos móviles que ya no se utilizan y que están guardados en armarios porque los usuarios no saben qué hacer con ellos una vez que han dejado de funcionar. Consciente de esta situación, la Comisión de Telefonía Móvil de ASIMELEC, formada por fabricantes y operadores y que representa al 95 por ciento del sector, decidió realizar un Estudio de Viabilidad de un Sistema Integrado de Gestión para poder conocer los costes de recogida, valorización, clasificación y tratamiento de baterías de estos equipos, así como un análisis de los diferentes sistemas de recogida y transporte y posibles acuerdos con las Comunidades Autónomas y con el Ministerio de Medio Ambiente. Ante los resultados de este Estudio y con el fin de contrastarlo con la realidad, se acordó la realización de una experiencia piloto, desarrollada en la Comunidad de Madrid, en la que participaron empresas como Alcatel, Ericsson, Indumetal, NEC, Nokia, Panasonic, Payma y Philips. Los excelentes resultados obtenidos hicieron que la iniciativa se ampliara a toda España, pasando a denominarse ‘Campaña Tragamóvil’. A partir de enero de 2002 las empresas acordaron financiar el sistema a través de una aportación por cada teléfono móvil comercializado y se presentó la Campaña TragamóviL al Programa LIFE de la Unión Europea, el cual financia proyectos relacionados con el Medio Ambiente, alcanzando la máxima puntuación de 45 puntos sobre 45. Como un nuevo paso hacia delante, el 17 de junio de 2003 se constituyó la Fundación Tragamóvil, creada para la gestión del Sistema Integrado de Gestión (SIG) y especializada en la recogida y reciclaje de teléfonos móviles, equipos y accesorios de telefonía y comunicaciones. Como SIG de referencia, Tragamóvil es una organización sin ánimo de lucro que gestiona de forma colectiva los residuos de las empresas adheridas al mismo, permitiendo que éstas puedan cumplir con la normativa medioambiental conforme a lo dispuesto por el RD 208/2005. En esta iniciativa participan todos los agentes económicos involucrados en el ciclo de vida de un teléfono móvil. Todos ellos han unido esfuerzos para anticiparse a la legislación, organizando un sistema que gestione de manera conjunta y coordinada los residuos de los aparatos de este sector: • Fabricantes: Mitsubishi Electronics, Motorola, NEC, Nokia, Panasonic, Philips, Samsung, Sharp, Siemens, Sony Ericsson, Vitelcom Mobile Technology • Operadores: Amena, MoviStar y Vodafone • Distribuidores: Payma • Empresas de reciclaje: Indumetal Recycling

Actividades Desde el comienzo de sus actividades, Tragamóvil desarrolló una intensa actividad promocional, dando a conocer sus acciones en todas partes de España mediante: su presencia en jornadas y eventos profesionales; la organización de actos de divulgación y y animación por las Comunidades Autónomas del país procurando concienciar a la sociedad española sobre la necesidad de reciclar sus móviles (con independencia de su marca y modelo), cargadores, manos libres, auriculares, etc.; el establecimiento de puntos de recogida por toda España, incluyendo tiendas, servicios técnicos, puntos limpios y centros de gran distribución, en los que los usuarios de telefonía móvil depositan sus aparatos obsoletos o fuera de uso. Gracias a todo ello, y con anterioridad a la entrega en vigor de la actual normativa, la Fundación ha gestionado millones de teléfonos móviles a través de 300 Puntos de Recogida, evitando así que su destino final fueran vertederos o lugares inapropiados y situándose a la vanguardia de la Unión Europea. Así, y gracias a la experiencia acumulada, la Fundación Tragamóvil ha sido el primer SIG de sus características en obtener el reconocimiento por parte de las Administraciones Públicas para desarrollar su actividad de manera oficial;

El proceso de reciclado
Pero ¿qué se hace con los móviles una vez que se han recogido? Pues el proceso es complejo pero tiene unos pasos claramente determinados: • Recepción y pesaje de los residuos en las plantas de tratamiento autorizadas. Se separan todos aquellos metales que puedan entorpecer el buen desarrollo del proceso. • Descontaminación. Se retiran todos aquellos componentes considerados potencialmente contaminantes. Para ello, se lleva a cabo su identificación, desmontaje y posterior retirada. Todos estos componentes son entregados a un gestor autorizado en residuos peligrosos. • Procesado en línea. Los residuos son sometidos a un proceso industrial de sucesivas moliendas, separaciones y complejos sistemas de concentración que permiten recuperar y devolver al circuito económico materias primas secundarias, componentes metálicos y plásticos.
 

lo que ha supuesto reforzar la capacidad para ofrecer respuestas concretas y eficaces a las necesidades de los productores del sector. Este reconocimiento ha implicado, entre otras cosas: el establecimiento de puntos de recogida de los residuos generados por los móviles, debidamente identificados, en los canales directos e indirectos de venta, distribuidores y servicios técnicos o de mantenimiento. El transporte de los residuos recogidos hasta almacenes intermedios o de consolidación para proceder a la clasificación de dichos residuos y, adicionalmente, retirar algunos componentes o elementos susceptibles de ser reutilizados. El traslado al gestor de residuos final autorizado, que será el encargado de aplicar el tratamiento adecuado a esta basura tecnológica. La financiación del sistema a través de las aportaciones realizadas por cada uno de los productores de estos equipos que se adhieran al SIG de acuerdo al número de unidades de productos y/o del peso de los mismos puestos en el mercado nacional, así como mediante cuotas fijas que las empresas deben satisfacer cuando formalizan el contrato de adhesión. Dentro del primer trimestre de cada año, la Fundación emite a las Administraciones Públicas un informe certificado por un auditor externo referido a la actividad del año anterior. En dicho informe figura tanto las cantidades de cada tipo de aparato puestas en el mercado nacional como las cantidades finales de residuos gestionados (por categorías de productos y materiales) en cada Comunidad Autónoma.

Fundación de ASIMELEC Por último, hay que recordar que Tragamóvil es una fundación de ASIMELEC (Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones), la única asociación del sector TI que agrupa a fabricantes, comercializadores, distribuidores y, en el caso de telecomunicaciones, a instaladores. Fundada en 1984, actualmente cuenta con más de 180 empresas asociadas directas, así como con dos socios corporativos (FENITEL y AOTEP) que suponen más de 1.200 pymes.

 

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