La administración de Obama ha llegado a un acuerdo con las grandes tecnológicas, que se unieron para hacerle frente a la petición de datos de la NSA, permitiendo a estas empresas compartir la información pero de forma más transparente y menos inmediata.
Este ´tratado´ entre las compañías y el gobierno estadounidense permitirá que las tecnológicas tengan margen de entrega de los documentos solicitados, en algunos casos hasta seis meses. Las empresas ahora podrán informar sobre la cantidad de datos entregados, aunque no podrán ser específicas sobre el tipo de información tratada.
El acuerdo también señala explícitamente un retraso de hasta dos años para revelar información sobre los datos recogidos en virtud de los programas de vigilancia que la Agencia de Seguridad Nacional todavía puede desarrollar.
Este convenio permitirá arrojar luz sobre un punto definitivamente importante: cuántas personas han sido afectadas por la NSA y sus técnicas de espionaje.
Según explicó el Departamento de Justicia, el acuerdo incluye a las tecnológicas y también a los operadores de telefonía, aunque estos últimos, acostumbrados a la solicitud de datos, no han puesto trabas en ningún momento.
"El gobierno está actuando para proveer información más detallada sobre el número de órdenes de seguridad nacional y las solicitudes emitidas a los proveedores de comunicaciones, el número de cuentas de clientes objetivo en virtud de esos pedidos y solicitudes, y las autoridades legales subyacentes", aadvierten el fiscal general Eric Holder y el director de Inteligencia Nacional , James Clapper , en un comunicado.
"A través de estos nuevos métodos de información, los proveedores de comunicaciones podrán divulgar más información que nunca para sus clientes”, resaltan.
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