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Radiobalizas, clave para la “localización” en situaciones de emergencia

Radiobalizas, clave para la “localización” en situaciones de emergencia

miércoles 22 de octubre de 2014, 13:04h

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No hace mucho, todas las noticias hacían referencia a la desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, ocurrida el 8 de marzo en el sur del Océano Índico. Tras semanas de intensa búsqueda aún no ha sido localizado a pesar de incorporar sistemas de recuperación y salvamento como son las “radiobalizas”, aunque en algún momento pareció que se captaban sus señales, lo que hace aún más extraña e inexplicable su desaparición sin dejar rastro. Tras más de un mes, las baterías se agotan y dejan de emitir señales.

Una radiobaliza es un transmisor de señales de ayuda en situaciones de emergencia, fundamental para la detección y localización de embarcaciones, aeronaves, y personas en peligro. El objetivo fundamental de las radiobalizas es conseguir que las personas puedan ser rescatadas en el llamado golden day (las primeras 24 horas siguientes a un acontecimiento traumático) cuando la mayoría de los supervivientes todavía pueden ser salvados.

En caso de emergencia, las balizas pueden ser activadas en forma manual o automática (por ejemplo, por un fuerte impacto, fuego o agua), con lo cual siempre nos aseguramos que emitirán las señales correspondientes, aún en condiciones extremas, como puede ser el caso de estar sumergidas a cientos de metros de profundidad. Las radiobalizas de Categoría I se activan automáticamente mientras que para las de Categoría II hay que hacerlo manualmente. Para navegación de altura es necesario disponer de radiobaliza instalada en el barco, proporcionándonos uno de los mejores sistemas de seguridad con los que se puede contar en caso de emergencia.

Las radiobalizas son la interfaz del Sistema SARSAT-COSPAS, el sistema internacional de satélites de búsqueda y salvamento (SAR). Cuando se activa, dichas radiobalizas envían una señal de socorro que, cuando no es detectada por los satélites geoestacionarios, se puede localizar por triangulación.

En el caso de las radiobalizas de 406 MHz que transmiten señales digitales, los transmisores pueden ser identificados casi instantáneamente (a través del sistema de satélites GEOSAR) y, además, un posicionamiento GPS puede ser codificado en la señal (lo que provee identificación y posicionamiento instantáneo). Tomando normalmente la posición inicial proporcionada por el sistema de satélite, las señales de las radiobalizas pueden ser localizadas por el servicio de salvamento y rescate de aeronaves y en tierra las estaciones pueden mandar ayuda a barcos, aviones o personas.

La utilización de satélites para detectar y localizar radiobalizas especiales, activadas, tanto manual como automáticamente por un avión caído o una situación de peligro marítima, reduce el tiempo requerido para alertar a las autoridades apropiadas y para una localización final del lugar del siniestro por el equipo de rescate. La Organización Marítima Internacional (IMO) y la Organización Internacional de Aviación Civil (ICAO) recomiendan que los barcos y aviones lleven las EPIRB y ELT respectivamente. En noviembre de 1988, los convenios internacionales en esta materia impusieron la obligación de llevar una radiobaliza satelital para todos los buques de 300 TM o superiores. También existen varios requerimientos nacionales para portar las ELT y EPIRB en diferentes tipos de naves no sujetas a los acuerdos, y algunos países han autorizado el uso de las PLB de 406 MHz para utilización en tierra, en zonas remotas y escarpadas.

Tipos y funcionamiento de las radiobalizas
Hay tres tipos de radiobalizas compatibles con el sistema SARSAT-COSPAS:
• EPIRB (Emergency Position-Indicating Radio Beacon), o radiobaliza de localización de siniestros) son marítimas y sirven como la señal de socorro marítimo.
• ELT (Emergency Location Transmitter), o transmisores de localización de emergencia), son aerotransportadas y sirven como la señal de socorro de aeronaves.
• PLB (Personal Locator Beacon), son terrestres y para uso personal e indican a los servicios de emergencia que una persona se encuentra en peligro.

Tan sólo 3tres meses después del hundimiento del trasatlántico Titanic, el 15 de abril de 2012, se adoptaban las siglas de SOS como la llamada internacional de socorro. Nada tienen que ver con el mensaje “Save Our Souls” (Salvar nuestras Almas) como algunos creen, y únicamente se escogieron estas tres letras por ser una combinación en código Morse muy fácil de identificar.

Pero el código Morse ha dejado paso al futuro que viene de la mano de la tecnología con satélites de comunicaciones. Concretamente se utilizan lo denominados SARSAT utilizado en comunicaciones de búsqueda y socorro, desarrollado por USA, Canadá y Francia. Estos satélites que se empezaron a poner en orbita en los años setenta pueden identificar la posición desde la que emite una radiobaliza de socorro con una aproximación de 200 metros a la redonda. Cuando una radiobaliza emite su señal de socorro, esta es recibida por el satélite en orbita sobre la tierra y este a su vez emite una señal al centro de seguimiento de satélites indicando las coordenadas a la estación en tierra.

Por su parte, la hoy extinta Unión Soviética puso un sistema parecido en funcionamiento conocido como COSPAS que finalmente se integró con SARSAT, dando lugar al sistema COSPAS-SARSAT. Desde 1984 el sistema es totalmente operativo y funciona en la frecuencia de 406 MHz, aunque todavía es capaz de escuchar en la antigua frecuencia internacional de socorro de 121,5 MHz, por compatibilidad con los antiguos dispositivos aún en uso.

Toda la superficie de la Tierra está cubierta, especialmente los polos y las regiones muy cerca de los polos pues todos los satélites cruzan u orbitas en el eje de giro de la tierra. La zona peor cubierta es el cinturón ecuatorial, y en el peor de los casos tendríamos que esperar algo más de media hora para que un satélite pase sobre nuestra posición. Es decir el mecanismo de disparo de la alerta no es inmediato.

Los primeros sistemas de localización, denominados ELT, emitían en 121,5 MHz, que era la frecuencia de socorro internacional y, aunque funcionaban, tenían bastantes inconvenientes, pues en esta frecuencia hay muchas interferencias y no era fácil localizar el origen de la señal de emisión. Además, un receptor tenía que estar en la zona de alcance para poder escuchar la señal de socorro. Años después se diseñaron los sistemas basados en satélites que operan en la banda de 406 MHz, con la señal emitida digital, que permite codificar el identificativo del barco o avión emisor de la señal de socorro.

Actualmente, las radiobalizas deben funcionar en la frecuencia de 406 MHz pues es la única manera de poder enviar el identificativo digital de un barco que, previamente, habrá sido registrado, por ejemplo, a través de la Dirección General de la Marina Mercante. Así al recibirse una señal de socorro se sabrá en donde está y que barco concretamente es el que está en una situación de "Mayday", conociéndose su eslora y demás características. En 406 MHz se puede asegurar que la señal de socorro será atendida en un máximo de 1 hora, mientras que con las antiguas radiobalizas de 121,5 MHz pueden demorar esta alerta hasta 6 horas debido a que el satélite debe tener "a la vista" simultáneamente el barco y el centro de seguimiento en tierra. Además en 406 MHz la señal es emitida todos los minutos, en una rápida secuencia de datos que apenas dura medio segundo de transmisión.

Lo más importante es que mediante técnicas doppler, se puede asegurar la posición de la radiobaliza en un radio de 2 millas náuticas, mientras que en 121,5 MHz esta aproximación aumenta hasta un radio de 12 millas, con lo que la búsqueda queda bastante comprometida especialmente con mal tiempo y por la noche, que dificulta enormemente las condiciones. Un satélite de órbita baja (LEO) da 14,4 vueltas al planeta durante un día (viajando a una velocidad de 7 km/s) y utiliza el efecto doppler para ayudar a señalar la ubicación del origen de la señal. Sin embargo, un satélite no puede estar en condiciones de recoger una señal de socorro en el momento exacto en que un usuario activa la baliza de emergencia, sino que puede tardar hasta algunas horas.

Las radiobalizas más modernas llevan incorporado un receptor GPS (Global Positioning System) y por ello pueden añadir las coordenadas a la secuencia de datos emitida, quedando fijada la posición del desastre con una aproximación de tan sólo unas decenas de metros a la redonda, lo que facilita mucho la localización y posterior llegada de los servicios de rescate.

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