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Prueba VERTU ASCENT .La pregunta del millón

miércoles 22 de octubre de 2014, 13:04h

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Vertu AscentConfieso que la idea de probar un teléfono móvil me venía rondando por la cabeza desde hacía tiempo. Posiblemente desde que me animaron a hacerlo para la revista ‘Telefonía y Comunicaciones para todos’. Pero, ¡qué quieren que les diga!, no me veía probando uno de esos revolucionarios modelos con música, cine, fotos y demás aditamentos de última generación que es lo que se lleva ahora. Lo mío, teniendo en cuenta que todavía estoy descubriendo –supongo que como  otros muchos usuarios- las múltiples aplicaciones que nos depara la telefonía moderna, tenía que ser algo sencillo (de manejo) pero a la vez especial (¡para una vez que probamos!), no sé, quizás algo exclusivo, vamos, uno de esos terminales que no se suelen ver a diario y que levantan tantas pasiones como críticas. En definitiva, que no dejan a nadie indiferente…

Y en esa línea creo que Vertu reúne, desde luego, todos esos requisitos. Para empezar se trata de una marca exclusiva cuyos terminales no se encuentran a la venta en cualquier sitio. De hecho, yo tuve que recurrir a mi amigo Esteban Rabat, de Barcelona, para que me proporcionara uno. Su venta está limitada a establecimientos que poco o nada tienen que ver con la telefonía, o sea, joyerías, relojerías…incluso tiendas de diseño. Según la propia marca se pueden encontrar en unos 300 establecimientos de 37 países, aunque, de vez en cuando, también se puede conseguir en Internet (como todo, ¿no?).

De lujo

El modelo elegido fue un Ascent, quizás el más “popular” o conocido de la marca. Me llamó la atención la suavidad de sus formas, su diseño, la calidad de sus materiales…y su peso, 173 gramos, quizás excesivo para lo que se valora en otros terminales, pero adecuado para apreciar que llevas algo diferente en todos los sentidos. El préstamo se completó con toda una suerte de folletos, catálogos e informaciones sobre VERTU impresas en una calidad de papel acorde con la categoría de la marca. Porque, no nos engañemos. Se trata de un producto de lujo. Fabricado a mano por no más de 80 operarios en los talleres de VERTU en el Reino Unido y en cuya elaboración se emplean materiales que van desde el oro o el acero inoxidable hasta la cerámica, el cristal de zafiro, el titanio y el cuero de la más alta calidad. Incluso se usa láser para moldear y perforar el teclado. En definitiva, los materiales más refinados del mundo de la relojería, la automoción, la aeronáutica y la joyería puestos al servicio de un diseño, muchas veces inspirado en las líneas de los grandes coches deportivos –como el caso del Ascent- o en las alas de los aviones clásicos. Como dato curioso indicar que para el ensamblaje de todas las piezas que configuran un VERTU (sólo en la parte electrónica se emplean 482 componentes)  se necesitan 25 tipos diferentes de destornilladores, y más de 300 herramientas distintas diseñadas y creadas exclusivamente para tal fin.

El funcionamiento

Bueno, y llegado el momento de ponerlo en marcha la pregunta que no queda más remedio que hacerse es si uno será capaz de manejar adecuadamente todo esteVertu Ascent prodigio de exquisitez y refinamiento. Pues bien, la respuesta no puede ser más sencilla: es muy fácil. Y todo porque su sistema operativo y sus menús son similares y tan intuitivos como los de cualquier Nokia. De hecho, Vertu fue creada en 2001 por Frank Nuovo- uno de los primeros jefes de diseño de Nokia- como una división de lujo del fabricante finlandés que puso al servicio de Vertu toda la tecnología y las aplicaciones de sus modelos más “corrientes” aunque adaptados al lujo y a las condiciones exclusivas en las que se supone va a trabajar.

Tanto que si no fuera por el peso y el tacto, uno pensaría que está manejando cualquier otro terminal de los que han hecho famoso al gigante nórdico por su facilidad de manejo y sencillez. Pero entonces, ¿dónde está la diferencia? ¿Qué hace a estos móviles de VERTU tan exclusivos y deseados por un gran número de usuarios de todo el mundo? Evidentemente se trata de un teléfono para aquellos que están un poco de vuelta de todo, que ya han tenido otros muchos móviles y buscan distanciarse y diferenciarse de los demás con algo exclusivo.

De hecho en su publicidad Vertu habla de un teléfono original, único, como Rolex en la relojería, Mont-Blanc en la escritura o  Bentley en la automoción. Y en ese sentido quizás la mejor demostración de esa exclusividad sea una tecla situada en uno de los laterales que viene a ser algo así como un servicio de conserjería a la carta. Un servicio personalizado atendido por personal especializado para realizar cualquier tipo de reservas: restaurantes, vuelos, estrenos de cine o de teatro e incluso para realizar aquellas compras “imposibles” que por falta de tiempo o de conocimiento se pueden encargar con sólo pulsar la famosa tecla. Un servicio gratuito durante el primer año de uso de cualquier Vertu y que se puede renovar en años sucesivos pagando una módica cuota de suscripción. Sin embargo, como todo lujo, el precio de estos terminales está en consecuencia con su fachada. No se trata de un modelo asequible a cualquier bolsillo ni deseable para alguien que busque en él las últimas novedades en el mundo de la telefonía.

Al contrario, para sus detractores –que los tiene- no deja de ser un móvil pesado, obsoleto y desfasado en cuanto a la oferta tecnológica de otras muchas marcas (la propia Nokia entre otras), pero evidentemente el perfil del comprador de un Vertu tampoco es el de cualquier usuario. Si me permiten la comparación les diré lo mismo que respondí en una ocasión cuando me concedieron un premio por mi labor periodística y me preguntaron si me hacía ilusión recibir premios: “Los premios –dije-son como los lujos. Se puede prescindir de ellos pero a todos nos gusta tenerlos”. Pues eso, igual que un VERTU.

Los Tests Vertu Ascent

Cada unidad de Vertu es escrupulosamente inspeccionada y probada antes de salir a la venta. Si durante esas pruebas se detectase el más mínimo fallo, la unidad sería enviada a talleres para volver a montarla pieza a pieza. Así, cuando uno adquiere un Vertu puede tener la completa seguridad de que ha superado una serie de rigurosísimos tests, algunos tan curiosos como los de la tabla adjunta. Temperaturas: Todos los VERTU son sometidos a pruebas de temperaturas extremas. Dos horas a -40º y otras dos a +85º.

Así hasta durante cinco veces seguidas. Teclado: Cada tecla se somete a más de un millón de pulsaciones. En total, más de 36 millones de pulsaciones para el teclado completo. El equivalente a realizar 10 llamadas al día, cada día, durante 25 años… Pantalla: El cristal de zafiro con el que están fabricadas las pantallas de los VERTU es capaz de resistir el lanzamiento de una bola de 64 gramos de peso contra él. Una  pantalla normal fabricada en plástico, se rompería con el impacto de una bola de 13 gramos de peso. El test del gorila: No hay orden ni medida establecida para este test. Se trata, únicamente, de tratar de destruir un teléfono Vertu el único fin de comprobar el límite de su durabilidad. Ejemplos de este test incluyen su lanzamiento contra el suelo, dejarlo caer en disolvente o arrojarlo desde una moto a 50 Km/h.

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